La Guardia Civil ha precintado quince farmacias y un botiquín en el marco de esta investigación en Aragón. De ellas, cinco ya han sido abiertas, aunque otras, como las de Zaragoza o la de Cariñena, cuyo titular, Manuel Montero sigue en prisión, continúan cerradas. Su abogado, Rafael Ariza, reiteró la necesidad de la reapertura porque "no se ha cometido ningún delito". Junto a este tipo de establecimientos resaltan, en esta supuesta organización, los almacenes situados en otras comunidades autónomas que servirían como empresas pantalla para enviar los fármacos a países del extranjero. Por el momento son 16 los boticarios aragoneses investigados, si bien podría aumentar la lista porque la investigación continúa abierta.