Las bicicletas se apoderaron ayer, por espacio de unas horas, de la plaza del Pilar. Esta invasión de vehículos de dos ruedas, que atrajo a numerosísimo público de todas las edades, fue el colofón de la celebración del foro internacional La Ciudad de las Bicis, que se desarrolló a lo largo de la pasada semana.

El encuentro dominical, denominado Festival de culturas ciclistas, constituyó una demostración de la gran variedad de usos que prestan las bicicletas. De hecho, una parte importante de la plaza se dedicó a exhibir vehículos dedicados al transporte de mercancías y personas, dos sectores que no están circunscritos exclusivamente al automóvil en un marco urbano. Una de las mayores atracciones fueron las bicis concebidas como puestos ambulantes de comida, una modalidad que cada día se implanta con más fuerza en toda Europa.

Junto a la fuente de la Hispanidad se montó un espacio para la práctica del bike polo y, muy cerca, un circuito de BMX, donde los aficionados ejecutaban toda clase de acrobacias sobre las minúsculas bicicletas.

Sin embargo, el espectáculo que atrajo más atención fue el dedicado al bike trial, ejecutado por miembros del Club Bicitrail San José que ascendían con sus BTT a grandes bloques de hormigón entre la admiración del público.

Claro que la jornada no estaba solo pensada para los expertos ciclistas. Además, había un circuito de obstáculos cotidianos en el que podía participar quien quisiera. La organización le facilitaba una bici y el interesado entraba a un circuito plagado de las trampas que se encuentran en los desplazamientos por cualquier ciudad.

Las casetas de la feria

«El festival está muy bien», opinó Víctor, un jubilado del Actur que, según dijo, sale tres días a la semana con su bicicleta y está recorriendo la ciudad por espacio de dos horas. «Solo voy por los carriles especiales para bicicletas porque me he dado cuenta que pedalear por la calzada de los automóviles es peligroso», explicó.

Víctor se había acercado a la plaza del Pilar en su propia bici y disfrutó sobre todo viendo el circuito de obstáculos cotidianos y también la feria propiamente dicha, donde se montaron casetas que ofrecían desde libros sobre la bicicleta y el ciclismo a otras especializadas en ropa y en accesorios. Asimismo, participaron empresas dedicadas al reciclaje de vehículos usados.

Una de las casetas estaba ocupada por el Observatorio de la Bicicleta de San Sebastián y el Centro de Documentación de la Bicicleta de Guipúzcoa. «Somos el único centro de este tipo que existe en el mundo», subrayó Manu González, director del observatorio.

«Nos dimos cuenta de que hacía falta un sitio donde reunir todo lo que se publica y se hace en relación con la bici: carriles bici, aparcabicis y planes de movilidad, por poner solo tres ejemplos», continuó. Los accidentes, explicó, son objeto también de un seguimiento especial, pues para abordar cualquier política de seguridad «hay que saber cómo suceden las cosas», explicó González.

El Festival de culturas ciclistas resultó un éxito. Prueba de ello es que la propia concejala de Movilidad, Teresa Artigas, aseguró que el Ayuntamiento de Zaragoza tiene intención de que este encuentro se convierta en una cita anual en la ciudad.