La patrona de los hosteleros, Santa Marta, se vivió ayer de una forma muy especial en la localidad de Calatayud. Se pudo disfrutar de una jornada llena de actividades que dinamizaron el sector. Desde primera hora de la mañana un pasacalles recorrió el centro de la ciudad y en torno a las 13 horas se celebró un animado vermut en la carpa de la plaza del Fuerte. Tras una comida de hermandad se celebró un concurso de camareros, una esperada carrera que contó con mucha participación el pasado año. La jornada terminó con una verbena.