El responsable municipal de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, quiso zanjar el debate abierto a propósito de la aplicación del decreto de espectáculos de la DGA en las próximas fiestas del Pilar asegurando que al consistorio no le hace falta ni interceder por cada uno de los recintos que se abran al público ante el Gobierno aragonés, sino cumplir y hacer cumplir lo que dice la ley por más que no esté de acuerdo con el contenido. "Para aplicar las leyes no necesitamos contactar con nadie. Cada uno tiene que ejercer sus competencias" aseguró de forma categórica el edil socialista

Además, ni siquiera quiso entrar en el rifirrafe que plantea la posición de Interpeñas a propósito del cumplimiento en el espacio de Valdespartera, donde ellos se instalarán. Los peñistas dijeron el pasado jueves que no tienen que prohibir la entrada a menores porque son "coorganizadores" de las fiestas desde el 2011 y Blasco ni se pronunció porque ese espacio le corresponde gestionarlo al área de Servicios Públicos, es decir, tiene que hacerlo su compañera de partido, Carmen Dueso.

UN "SINSENTIDO"

A él le compete el recinto del Actur y, en este sentido, abogó por acudir a la "opción más dura" de aplicación de ese decreto para garantizar que los menores no tienen acceso al alcohol en las zonas en las que se sirva. Aunque deberán decidir en los próximos días si les permiten estar en la zona de la carpa principal si portan una pulsera identificativa que informe de su edad a quienes sirven bebidas.

Mientras, quiso dejar claro que este decreto no afecta a otras actuaciones programadas para las fiestas del Pilar en espacios cerrados como el Auditorio o el pabellón Príncipe Felipe. Blasco explicó que, en estos casos, "lo sustancial no es la venta de alcohol, sino la música". En apariencia podría generar dudas porque un concierto es igual a cubierto que en el párking norte de la Expo, pero para el responsable municipal, esta programación tiene un valor predominante cultural, como los festivales "o una corrida de toros, en la que todo el mundo que va no compra bebidas en la barra".

Sin embargo, no desaprovechó la ocasión para arremeter contra el decreto, al que calificó de "sinsentido enorme" por parte del Gobierno de Aragón que, a su juicio, "lo único que va a conseguir es triplicar el botellón" en el exterior de esos mismos recintos de las fiestas. En su opinión, es "una aberración alejar a los jóvenes de la actividad musical y cultural" con la aplicación de un decreto que seguirá dando quebraderos de cabeza. En pocos días tendrán que adoptar decisiones importantes sobre los grandes recintos.