La recreación de las Bodas de Isabel cerró ayer en Teruel su edición más multitudinaria. Durante los últimos tres días, más de 90.000 personas han visitado la capital turolense para disfrutar de la leyenda de los Amantes, una cifra histórica según indicaron fuentes de la Fundación Bodas de Isabel. La recreación no deja de crecer año tras año atrayendo cada vez a más visitantes, sobre todo procedentes de la Comunidad Valenciana y Aragón, pero también de Madrid o Cataluña. Tanto es así que sus organizadores ya advierten de que si la afluencia de público sigue aumentando será necesario controlar los aforos en un futuro.

La conmemoración de las Bodas finalizó ayer con la recreación de las exequias fúnebres que unieron los destinos de los dos Amantes más allá de la muerte. La plaza del Seminario fue el entorno privilegiado que puso el telón de cierre a las Bodas con el Romance del Ciego recitado por Jesús Cuesta, la emotiva Oda a los Amantes interpretada por María del Carmen Torres desde el balcón de la Casa de la Cultura y el multitudinario Momento del Beso, al que fueron invitados todos los asistentes rindiendo homenaje a los protagonistas de la leyenda.

La escena de la muerte de Isabel volvió a emocionar al público, que llenó la plaza de la Catedral de Teruel. Como manda la tradición, Isabel se postró ante el cadáver yacente de Diego y le dio el beso que le había negado en vida. Ella murió a su vez, irremediablemente, pues así lo quiere la historia y la leyenda.

VILLA MEDIEVAL

Tras tres días de recreación histórica, en la que toda la ciudad se volvió a volcar en el regreso a la villa medieval del siglo XIII, el sonido de los tambores y de los bombos de Teruel, acometiendo el toque de Los latidos de los Amantes, trasmitió a visitantes y propios la fuerza evocadora de esta tradición. La directora de la Fundación Bodas de Isabel, Raquel Esteban, agradeció a todos los turolenses su implicación en estas fiestas y destacó su esfuerzo e interés por «velar por el rigor histórico y la calidad de la recreación».

Por su parte, la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, también destacó la alta afluencia de visitantes y remarcó que las fiestas han transcurrido con «total normalidad» y «sin incidencias de gravedad». Además, aprovechó para elogiar el trabajo llevado a cabo por la Fundación Bodas de Isabel y por todos los actores que hacen que «año tras año» la recreación sea «un éxito».

La fiesta aguantó ayer hasta primeras horas de la noche, cuando los grupos que montaron las jaimas, las tiendas y los escenarios comenzaron a retirar los decorados que han dado a Teruel el característico aire medieval.

Durante todas las jornadas, el inmenso mercado medieval, con sus 280 puestos, volvió a ser uno de los principales focos de atracción de la feria. De hecho, y según informó el ayuntamiento, en torno a un centenar de peticionarios de puestos tuvieron que quedarse fuera del reparto ante la imposibilidad de colocar más tiendas en el espacio disponible. El zoco multicultural fue otro de los espacios más visitados, ya que ofrece la oportunidad de hacerse una idea de cómo era la vida en el siglo XII, el de los Amantes.

Concluida la fiesta, ahora llega el momento de hacer balance por parte del sector de la hostelería y los alojamientos. Y empezará la fase de espera hasta el mes de octubre, cuando se celebrará la primera parte de la historia, La partida de Diego.