La cuenta atrás para la celebración de la 23 edición de las Bodas de Isabel del 2019 ya ha empezado. Teruel se sumergirá, a partir del próximo jueves y hasta el domingo 17 de febrero, en la recreación del amor legendario entre Isabel de Segura y Diego de Marcilla, una historia que devolverá la ciudad a la edad media y atraerá a más de 90.000 visitantes. En el ayuntamiento y en la Fundación Bodas de Isabel no se atreven a decirlo claramente, pero piensan que, si el tiempo acompaña, se podría batir un récord de espectadores.

Claro que, en una fiesta que dura cuatro días y consta de varios episodios, la afluencia variará mucho de un espectáculo a otro. La atención masiva se centrará en representaciones como la boda de Isabel con don Pedro de Azagra, que tendrá lugar a las 12.15 horas del 15 de febrero, viernes, en la plaza de la Catedral. Tras el desposorio, la comitiva se dirigirá a la plaza del Ayuntamiento atravesando el centro histórico.

Otro acto que congregará un número elevado de asistentes será la lectura del pregón, que este año corresponde al Grupo Lurte, especializado en música folk y se realizará desde el balcón de la casa consistorial. Y, a las 18.00 horas, en la plaza del Torico, se representará la pieza Las damas de Béarn, que junto a Conciliábulo, debate medieval, constituyen dos escenas teatrales que se representan por primera vez. La segunda será a las 20.30 horas en el atrio de la catedral. Ambas escenificaciones volverán a repetirse el sábado en horario distinto.

Las Bodas de Isabel son, entre otras cosas, una monumental obra de teatro celebrada al aire libre y fragmentada en más de 20 escenas que corresponden a otros tantos capítulos de la historia de amor.

A las 20.00 horas del viernes, que será festivo en Teruel para compensar por el hecho de que el Sermón de la Tortilla coincide con San Jorge, se organizará el desfile, vasallaje y ofrendas de los Grupos de la Villa ante el rey Jaime I, otra punto culminante de la reconstrucción de la leyenda.

El sábado, 16 de febrero, que concentra el grueso de las representaciones teatrales, se pondrá en marcha otro de los momentos más multitudinarios de la recreación, el toro bravo nupcial, que obliga a un fuerte despliegue de seguridad. Tendrá lugar a partir de las 16.15 horas en el Tozal y la plaza del Torico.

17.000 PARTICIPANTES / Se trata de una celebración relacionada con los ritos de fertilidad y que está indisolublemente ligada a la historia de las Bodas de Isabel desde su primera edición.

El toro nupcial luce en la testuz una corona de flores y, en un momento dado, se lanza la capa de Isabel a la plaza, se torea con ella y luego el novio se la pone a Isabel en la cabeza para traspasarle la fuerza y el poder fecundador del astado.

Ese mismo día, a las 19.45 horas, tiene lugar la entrada de las tropas de Aragón y la llegada de Juan Diego de Marcilla, escenas que se desarrollan entre el portal de Daroca y la plaza del Seminario. A continuación se encuentra Diego con la familia (plaza de la Catedral), se representa la petición del beso, muere Diego e Isabel lamenta el fallecimiento de su amado, todo ello en la plaza del Torico.

El domingo, 17 de febrero, se celebran los funerales de Diego de Marcilla (11.45 horas, en el casco antiguo). A continuación, tienen lugar las exequias fúnebres del novio y muere Isabel en el momento cumbre de la historia de los Amantes, el beso al cuerpo yacente de Diego de Marcilla, a las 12.30 horas en la plaza de la Catedral.

La representación de las Bodas de Isabel destaca por la minuciosidad con que se recrea la leyenda, empezando por los ropajes y terminando por la reproducción del ambiente de la época medieval.

Pero también sorprende a quien va por primera vez el hecho de que prácticamente toda la ciudad viste a la manera medieval, ya que la puesta en escena del drama amoroso moviliza a 17.000 personas, 5.000 de ellas organizadas en torno a jaimas y campamentos de guerreros.