La plaza Mayor de Bolea se llenará hoy para celebrar su ya tradicional Feria de la Cereza, que volverá a hacer las delicias de más de 8.000 personas que se espera que acudan a esta cita anual. Además de promocionar y poner en valor la calidad del fruto cultivado en esta localidad de la Hoya de Huesca, la jornada es una oportunidad para comprar las mejores piezas de este apreciado y dulce producto.

La celebración ha alcanzado su 20 aniversario, un tiempo en el que ha logrado convertirse en una fecha ineludible del calendario ferial de Huesca, sobre todo desde que en el 2006 fuera declarado un certamen oficial.

Este año la recolección de la cereza se vio afectada por el mal tiempo al inicio de la campaña debido al viento, la lluvia y las bajas temperaturas. La situación ha cambiado en las últimas semanas, en las que ha lucido el sol, un tiempo ideal para que madure y alcance su máxima calidad.

80.000 kilos al año / Este cultivo es muy querido por los vecinos de la localidad, pero juega también un papel clave para su sector agrícola. Es por ello que la cereza de Bolea cuenta incluso con su propia marca distintiva.

La producción de esta fruta en el municipio se mueve entre los 80.000 y 100.000 kilos al año con más de 30 variedades y, cada año, este certamen contabiliza una media de compra de unos 7.000 kilos de producto. El año pasado fueron 6.500 kilos y este año la organización, a espera de tener las cifras oficiales, esperaba superar los datos. Bolea cuenta con dos grandes productores, uno de ellos es la cooperativa, que aglutina a muchos pequeños agricultores.

Durante la feria se puede disfrutar de una oferta variada de actividades como la degustación de cerezas, la música en vivo y diversas exposiciones, sin olvidar la oferta cultural que habitualmente se puede disfrutar en esta localidad altoaragonesa, como su colegiata.