Un rehén, enmascarados con pistolas, persecuciones y explosivos a punto de detonar. Un robot desactivando bombas, perros encontrando a personas secuestradas y un helicóptero sobrevolando el río Ebro. Podría ser una película de ficción pero no, se trata de la exhibición que realizó la Guardia Civil en la Expo con motivo del 175 aniversario del cuerpo.

A pesar del calor, más de 3.000 niños de diferentes centros docentes de la provincia de Zaragoza, pudieron disfrutar de todo lo que la Benemérita había organizado.

A primera hora, Ana Cristina Otín, portavoz de la Guardia Civil de Zaragoza, presentó uno a uno a todos los efectivos de las diferentes especialidades. Los miles de espectadores recibieron con entusiasmo al helicóptero de la unidad aérea, que tras realizar varias maniobras bajo la atenta mirada de los pequeños, llevó a cabo el descenso hasta el anfiteatro de un miembro de la Guardia Civil para así dar comienzo a la exhibición y a los simulacros que vendrían a continuación.

Ana Otín, insistió en varias ocasiones en que «el objetivo principal es mostrarles que somos personas normales que estamos ahí para ayudarles». Tal y como remarcó Vanesa Ortiz, profesora del colegio Octavus de Utebo, «es importante mostrar a los niños la cercanía de los cuerpos de seguridad, para que vean las labores que realizan, que no les tengan miedo y que sepan que son gente cercana a la que pueden acudir si necesitan ayuda». Parece ser que esto se consiguió, debido a que antes de empezar el simulacro de rescate en el río Ebro, todos los niños saludaron, dieron la mano e incluso chocaron los cinco a los agentes que les guiaron hasta la zona cercana al río donde iban a poder contemplar de uno de los rescates que más a menudo realizan. Un supuesto piragüista perdió el equilibrio, lo que le provocó un accidente y de nuevo el helicóptero mostró sus destrezas. También causó mucho asombro la acción de los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas).

Los más pequeños iban de la mano de María Jesús, docente del colegio Hijas de San José, que aseguraba que a pesar de ser todos de primero de Primaria, se habían portado muy bien y habían disfrutado aún más si cabe.

Ana Otín aseguraba que «la mejor manera de acercarnos a ellos, ya que cumplimos 175 años, es preparando una macroexhibición en la que participen todas las especialidades que tenemos en Aragón con diferentes actuaciones y así ellos nos puedan ver trabajando, interactúen con nosotros y pregunten todo aquello que quieran a cualquiera de los agentes».

Para finalizar, los asistentes pudieron acercarse a la zona de exhibición de material y vehículos. Los más atrevidos se probaron los cascos y chalecos mientras que el resto pasaron la última hora en los coches oficiales, hablando por megafonía y preguntando a los diferentes agentes las cientos de dudas que empezaban a asomar tras una mañana llena de nuevas experiencias conociendo todas las labores, a veces desconocidas, de la Guardia Civil.