Los bomberos forestales tienen previsto retomar desde hoy sus movilizaciones para reclamar «estabilidad» a los trabajadores del dispositivo de extinción y la equiparación de su categoría profesional. Según explicaron los portavoces del comité intercentros de la empresa pública Sarga a lo largo de la mañana del viernes se concentrarán en la puerta de la consejería de Agricultura con la intención de «dar visibilidad» a sus reclamaciones y dejar constancia de que quieren ser partícipes en el diseño de un nuevo modelo para la extinción de incendios en el que está trabajando el departamento.

El portavoz de los trabajadores, José Ramón Cajal, criticó ayer en Zaragoza el modo en el que se ha anunciado que las cuadrillas estarán contratadas hasta fin de año. «Esta ampliación hasta diciembre no deja de ser una improvisación más, en vez de planificar un modelo operativo consecuente medio natural aragonés, sentimos que nuestro colectivo está siempre al albur de que alguien decida poner algo más de dinero para este colectivo de trabajadores», denunció. Esta situación dificulta, entre otras cuestiones, la conciliación familiar.

Según adelantó este periódico el aumento en el periodo de servicio forestal costará unos tres millones de euros que se financiarán con cargo a fondos europeos del FEADER. Este acuerdo entre los distintos departamentos del Gobierno de Aragón permitirá alargar el periodo de contratación para casi todas las cuadrillas y retenes. La extensión en la fecha de los contratos afecta tanto a los trabajadores de tierra (conocidos como retenes) como a los conductores de las autobombas, entre otros operarios de los operativos.

Estos trabajadores de Sarga esperaban que este mes de septiembre finalizaran los contratos de incendios, pues el presupuesto del departamento se había modificado para hacer frente a la emergencia del covid-19. El operativo está formado por 1.200 personas en los momentos de máxima activación por el aumento del riesgo de incendios.

Los empleados consideran que esta forma de actuar no garantiza «un trabajo estable y digno». Y reclaman tener voz en los planes de futuro para garantizar las tareas de prevención en todo el territorio. «Aragón tiene una masa forestal tremenda, con muy poca población, por lo que el trabajo tiene que ser contante durante todo el año», explicaron.