El incendio, el pasado día 14, de un edificio de viviendas y apartamentos en Canfranc ha puesto de manifiesto la precariedad de los medios antiincendios en las comarcas de Jaca y Sabiñánigo. La casa quedó totalmente destruida porque los medios más avanzados para extinguir el fuego se hallaban en Huesca, a más de 90 kilómetros, y cuando llegaron al lugar del siniestro ya era tarde.

Con la excepción de la ciudad de Zaragoza, el mero recuento de los equipos humanos y materiales disponibles en las provincias aragonesas para combatir los incendios revela que son muchas las carencias que deben corregirse para que la comunidad posea un servicio moderno y eficaz.

Así, en Zaragoza harían falta tres autoescalas para que los parques existentes pudieran responder a toda clase de siniestros. En Huesca las necesidades se centran en profesionalizar al máximo los equipos que actúan en los incendios, en aumentar la coordinación entre los parques y en modernizar el material, que se ha quedado muy anticuado. Por otro lado, en Teruel urge crear cuatro parques de bomberos más. Y las tres provincias requieren aumentar las plantillas, un proceso ya abierto en Zaragoza.