Los Bomberos de Zaragoza sofocaron ayer por la mañana un incendio en la calle Martín de Abanto, número 10. La propietaria del piso se había dejado una olla en el fuego, que terminó por arder y prendió la campana extractora. Las llamas destrozaron la cocina y el humo causó daños en la casa y en la escalera del inmueble, pero no fue necesario atender a nadie por quemaduras ni por inhalación de humo, gracias a que la propietaria siguió las indicaciones del cuerpo y cerró todas las puertas antes de salir. Su máxima preocupación era su gato, al que rescataron ileso.