La cuenta atrás para un posible brexit duro ha comenzado. En apenas quince días, a las 12 de la noche del 31 de octubre, vence el plazo para que el Reino Unido alcance un acuerdo para su salida de la Unión Europea. Si no se logra, el mayor impacto en Aragón lo sufrirá el sector del automóvil, que supone el 53% de las ventas de la comunidad a este mercado (422,3 millones de euros de un total de 783,8 en el 2018). Según el listado de aranceles planteado por el Gobierno de Boris Johnson, este tipo de mercancías tendrán un recargo del 10% de su valor, con lo que costaría unos 42 millones a las compañías locales de automoción que exportan allí.

En los siete primeros meses del 2019, las ventas del automóvil aragonés que han cruzado el canal de la Mancha se han disparado hasta los 400,2 millones de euros, con lo que casi se iguala la cifra de todo el 2018. Esto podría deberse a un adelanto de las operaciones para evitar el encarecimiento que puede conllevar la ruptura británica.

Para ayudar y concienciar sobre los cambios que se avecinan en las relaciones con el Reino Unido, el Gobierno de España -a través de la Secretaría de Comercio e ICEX- organizó ayer un seminario en la Cámara de Zaragoza dirigido a las empresas. La jornada, que contó con la colaboración de la entidad cameral y de CEOE Aragón, reunió a un centenar de compañías, la mayoría agroalimentarias (vino, porcino), aunque también las hubo de la industria (papel, textil o material eléctrico) o la logística.

UN SOCIO PRIMORDIAL

«Hay que prepararse para todos los escenarios, porque incluso si hubiera un acuerdo, la relación comercial será peor de la que había al salir del mercado común», afirmó la subdirectora general de Política Comercial con Europa del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, la zaragozana Rocío Frutos Ibor.

El comercio exterior con el mercado británico «no va a ser nunca como el que tenemos ahora», insistió. No obstante, pase lo que pase, recalcó que el Reino Unido seguirá siendo «un socio vital, primordial y estratégico» para España y la comunidad. Por este motivo, instó a las empresas a prepararse «para el peor escenario», porque de esta manera «se estarán preparando para todo».

Frutos explicó que el Gobierno de Aragón ha detallado en las reuniones preparatorias del brexit que la repercusión sobre la economía regional se espera que sea sobre todo «indirecta», por los efectos adversos que tenga en otras comunidades más expuestas a los flujos comerciales y migratorios con los británicos.

OTRA PRÓRROGA

Aunque todas las opciones están sobre la mesa, coge fuerza la posibilidad de que se produzca una nueva prórroga de la ruptura, que sería ya la tercera que se aplica, lo que daría más margen a las empresas para adaptarse al nuevo marco de relaciones con este país. En cualquier caso, el Gobierno de España mantiene la guardia y ha puesto en marcha una serie de medidas para tratar de mitigar los posibles efectos de un brexit duro.

En la jornada se pusieron de relieve algunas de las implicaciones que tendría la salida traumática, sobre todo en materia de aduanas y fiscalidad indirecta, principalmente IVA. También obligaría a las empresas que exportan en este mercado a registrar allí sus marcas o indicaciones geográficas o a revisar los contratos de trabajadores ingleses.

Por su parte, la directora territorial de Comercio e ICEX en Aragón, Pilar Ortún, destacó que 292 empresas locales exportan de forma regular al Reino Unido, que supone el quinto destino de las ventas al exterior de la comunidad y el undécimo en país proveedor de este territorio.