Aragón lleva años siendo una de las comunidades con menos alumnos de altas capacidades detectados, entre los que se incluyen los superdotados. Apenas 98 estudiantes en el curso 2014-15, una cifra solo superior a los registrados en la Comunidad Valenciana (94), y eso que Aragón fue pionera en la habilitación de aulas para alumnos de altas capacidades que, en la actualidad, se ubican ya en 70 centros, pero la falta de un criterio homogéneo en todo el país para la detección y registro de este tipo de estudiantes contribuye decisivamente a ese déficit en su identificación.

El problema adquiere una dimensión aún mayor en los institutos. Al menos, así lo entiende la asociación Aragonesa de Altas Capacidades Sin Límites, que se ha topado de bruces con la escasa derivación de alumnos considerados con altas capacidades a un programa pionero en la comunidad que se puso en marcha ayer, junto a la Universidad de Zaragoza, en la biblioteca María Moliner del campus, dirigido a alumnos de Bachillerato, 3º y 4º de ESO que destacan por su elevado rendimiento o por tener altas capacidades intelectuales.

«El programa tiene como objetivo evitar que estos alumnos se desmoralicen en Secundaria porque el porcentaje de los que no llegan a la universidad es muy alto», expuso Teresa Millán, psicóloga y presidenta de la asociación Sin Límites.

En España existen unos 300.000 alumnos potenciales superdotados en la etapa de educacion obligatoria, de los que un 70% tiene bajo rendimiento escolar, entre un 35% y un 50% está fracasando y la mayoría de ellos no están debidamente atendidos. «Los centros deberían prestar más atención a estos chicos», insisten desde Sin límites.

Si se estima que el 10% de los alumnos tiene altas capacidades y estos talleres tienen 15 plazas «deberíamos estar desbordados, pero los centros no nos están mandando chicos y hay plazas libres en todos los talleres», lamentan desde la asociación.

El programa empezó ayer con un taller sobre estadística y, hasta el 31 de marzo, abordará la creación de obras de arte, diversidad sexual en la Edad Media, el consumo responsable o la historia de la escritura. Precisamente, esa búsqueda de altas capacidades fuera del ámbito lógico-matemático diferencia este programa de otros a nivel estatal.