La Brigada Paracaidista (Bripac) del Ejército de Tierra ensaya estos días en Zaragoza operaciones de salto aéreo, con lanzamiento de paracaidistas, y de incursión y conquista en un marco de combate tradicional pero también de lucha antiterrorista.

Las operaciones se desarrollan desde el pasado 16 de mayo en el Centro Nacional de Adiestramiento (Cenad) de San Gregorio pero hoy se han abierto a la presencia de los medios de comunicación con el objetivo de dar a conocer las capacidades de la Bripac en la realización de asaltos aéreos y operaciones aerotransportadas por lanzamiento paracaidista.

El coronel Luis Cortés, jefe del regimiento "Nápoles 4" de paracaidistas, con sede en Paracuellos del Jarama (Madrid), ha explicado el desarrollo del ejercicio, llamado LP Trueno, que demuestra las capacidades de la Bripac: ligera, proyectable y modular en función del cometido.

Por sus características, ha explicado, es una brigada idónea para evacuar los nacionales de un país en el que haya conflicto, y también para ejercer cooperaciones expedicionarias.

El ejercicio LP Trueno, en el que participan en total 2.300 militares, supone el lanzamiento desde 8.000 metros de altura, y con oxígeno, de unos 50 paracaidistas, fase que ya se completó ayer.

Estos son indetectables y se infiltran en el lugar de la operación con la misión de llegar a activar una zona de desembarco aéreo del resto de los paracaidistas, unos 500 que han saltado a primera hora de la tarde.

Estos primeros saltadores también realizan tareas de reagrupamiento del personal que salta más tarde, cuando se dan las condiciones de seguridad, y de traslado de información acerca de los primeros objetivos.

A continuación, cuando ya está conformada la cabeza de desembarco, se lanzan las cargas y se espera la llegada del siguiente escalón.

Sobre el terreno se trabaja en amenazas reales, "básicamente las que se ven en los telediarios, pero en toda su gama y espectro", según Cortes.

Así, se ensaya en condiciones de conflicto híbrido y asimétrico, donde se pueden dar los "típicos combates convencionales" pero también episodios de ataques terroristas.

Una vez acabada esa operación de conquista de los objetivos realizados por la segunda bandera, se lleva a cabo una operación aérea para llevar a cabo la conquista de otros objetivos, compuesta por helicópteros Tigre, Cougar, Caimán, Nh90 y Chinook.

Esta operación, en dos o tres oleadas, se hará de noche y sin luz de ningún tipo, ha precisado Cortés, puesto que hoy hay luna nueva.

En una de estas oleadas se hará un repostaje real, con remunicionamiento y carga, en Ablitas (Navarra).

También participará en el ejercicio una unidad de caballería, que hará un paso sobre el río, al sur de Alfocea, que está programado para las seis de la mañana.

Además, Cortés ha explicado que participan unas unidades de "guerra electrónica", que van grabando conversaciones para desvelar las intenciones del enemigo.

En el transcurso de las maniobras, además, se ha disparado un misil Spike y han intervenido baterías de artillería con fuego real, incluida una francesa.