Tras una exitosa gira en las antípodas e interpretar la integral de cuartetos de Zemlinsky hace unos días en el Kings Place de Londres, el Brodsky Quartet actuó este pasado lunes en la Mozart del Auditorio de Zaragoza dentro de la fenomenal temporada programada por la Sociedad Filarmónica .

Esta prestigiosa formación británica integrada por los violinistas Daniel Rowland e Ian Belton, el violista Paul Cassidy y la chelista Jacqueline Thomas, que supera las cuatro décadas de historia y que, además de una impecable trayectoria clásica ha colaborado activamente con figuras como Bjork, Lou Reed, Elvis Costello o Paul McCartney --magnífica a propósito su interpretación de Eleanor Rigby-- sorprendieron de nuevo con un programa cargado de apasionante y enérgico lirismo comenzando con dos hermanados cuartetos número 2, uno de la op.18 de Beethoven y el otro inspirado en él y encargado por estos músicos al compositor Tunde Jegede, máximo exponente de la nueva clásica de raíces africanas, obra muy ovacionada por un público entre los que encontramos a Ignacio Escuin, de la Universidad San Jorge, al chelista Fernando Caballero, la soprano Gracia Galindo o la artista María Maynar.

Los Brodsky, tras una brillante segunda parte enteramente british interpretando a Bridge, la profunda y emotiva obra cuasi-póstuma de Britten y una chanson, en bis de Elgar, quisieron compartir susto pasado y pasajero con el público acerca de un incidente aéreo con sus valiosísimos instrumentos, joyas del XVII y XVIII que siempre les acompañan en cabina, y entre los que se encuentra un Storioni, un Maggini y la viola que Cassidy toca gracias a una de las propietarias de Acciona, Delfina Entrecanales, multimillonaria mecenas española afincada en Londres. Susto resuelto felizmente que les permitió actuar exultantes en nuestra ciudad y disfrutar también del posterior ritual en camerinos junto a la presidenta Cristina Sobrino, la animosa junta de la Filarmónica y decenas de fans encantados de haber disfrutado del concierto 1.499 de esta institución señera- ¡El redondo 1.500 se acerca!