La responsable municipal de derechos Sociales, Luisa Broto, destacó ayer que se ha producido un «cambio de paradigma» en las ayudas de urgencia que concede el ayuntamiento y que, en los primeros 9 meses del año casi ha calcado las cifras del año pasado. Las 26.419 solicitudes (un 0,02% más) se han convertido en 21.419 concedidas (un 2,58% más), por lo que se llevan gastados 6.735.682 euros de la partida, 263.702 más que en el 2016. Pero lo destacado esta vez no es la estadística sino que «muchas familias acuden a los servicios sociales pese a tener recursos propios, para llegar a fin de mes», lo que evidencia que «trabajan en precario».

Es un dato preocupante dentro del optimismo con que presentaba Broto su balance de tres trimestres, en el que destacó que se lleva gastado el 75% del dinero consignado en el presupuesto (9 millones) y un total de 9.162 familias han sido socorridas (una media de 2,5 ayudas) por el consistorio, que además ha mejorado en un día el plazo de tramitación de expedientes. Ahora son solo 12.

La vicealcaldesa también destacó que el 60% de las ayudas son para alimentación y que, dentro de los diferentes tipos que se ofrecen, es destacable el aumento de las que se dedican a la compra de material escolar. Según los datos oficiales, han aumentado «un 245% entre el 2014 y el 2016, y ya representan el 3,8% del dinero que se destina a las ayudas de urgente necesidad. En el último año han pasado de 832 peticiones a 1.003, un 20,55%.

Broto también informó ayer del descenso registrado en el número de expedientes tramitados para obtener el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI), que ha pasado de las 5.655 del año pasado a las 5.462 que se llevan contabilizados en este año. De ellas, añadió, 2.266 son nuevas solicitudes y 3.196 son renovaciones.