Hay quien dice que el siglo XX comenzó en Zaragoza en el año 1908, con la Exposición Hispano-Francesa, un evento que se convirtió en un trampolín para introducir a la ciudad en la modernidad, o, al menos, para sacudirse algunos de los lastres que acompañaban a la capital aragonesa.

Ubicado en la Huerta de Santa Engracia (después plaza de los Sitios), el certamen se saldó con gran éxito. Fue un paso adelante que proporcionó grandes dosis de confianza y autoestima para la región.

Un cartel modernista sirvió como estandarte de la convocatoria, y así, como recuerdo --y también como ejemplo-- de aquellos días, EL PERIODICO DE ARAGON ofrece mañana a sus lectores una magnífica reproducción del cartel de 1908. Este diario realiza un paso más, una contribución con la vista puesta en el reto del 2008. Con esta imagen se recuerda que la ciudad posee una tradición cultural que arrancó en 1867 con la Exposición del Ateneo Zaragozano, se prolongó con un planteamiento más amplio en 1868 en la Glorieta del Pignatelli (actual Plaza de Aragón), siguió en 1885 con la Exposición Aragonesa (celebrada en el Matadero Municipal, de la calle Miguel Servet) y concluyó felizmente con la celebración hispano-francesa del primer centenario de los sitios, tal y como se recuerda en el llibro Aragón y las Exposiciones , publicado recientemente en la BArC.

Así, el proyecto que se quiere desarrollar ahora en Ranillas cuenta con un sólido respaldo histórico y constituye la continuación de una interesante cadena.

El cartel anunciador se entregará gratuitamente mañana, celebración de la Cincomarzada, encartado sin doblar en el cuadernillo de Ocio y para toda la edición. El formato es 44 centímetros de ancho por 33 centímetros de alto y la reproducción se ha elaborado sobre papel couché de 135 gramos con lacado mate. Se trata de una impresión a todo color, donde se aprecia el gusto por el detalle y el estilo modernista que irrumpió en Zaragoza precisamente con motivo de la celebración de este evento.

En el póster se puede ver la imagen del conjunto de edificios que se realizaron para la convocatoria, de los cuales --dejando a un lado las arquitecturas efímeras-- hoy perdura el del Museo de Provincial, el de la Caridad y la Escuela de Bellas Artes, obra de Félix Navarro, hoy muy transformada. El resto es historia, recuerdo de aquellos días, salvo quizá algunos árboles que se plantaron allí para dar sombra a los visitantes y proporcionar más belleza al exitoso planteamiento que impusó fundamentalmente el emprendedor Basilio Paraíso.

El cartel es una vista general, según el proyecto de Félix Lafuente y marca dos fechas: el comienzo del 1 de mayo y el 31 de octubre, día previsto para la conclusión, pero que finalmente se prolongó hasta el 5 de diciembre, dada la gran afluencia de público.

La imagen del cartel que mañana distribuye este periódico forma parte del Archivo Fotográfico Coyne, que fue adquirido por el Gobierno de Aragón, y está depositado en el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, en el Palacio de Huarte.