La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, defendió ayer que el Ayuntamiento de Teruel es una de las ciudades con menor presión fiscal después de cuatro años de congelación de tasas e impuestos, «una ventaja competitiva para los ciudadanos», y que a pesar de ello el consistorio ha aumentado los ingresos.

Buj realizó este balance en rueda de prensa de las políticas sobre estas ordenanzas, por lo que ahora los turolenses pagan «menos impuestos» que hace cuatro años, y destacó también la bonificación en muchas de las tasas que se están cobrando.

A pesar de todo ello, el ayuntamiento «está mejor financiado» porque han luchado contra el fraude fiscal, haciendo que haya más personas que paguen el Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) que antes no lo pagaban. «Nos acercamos mucho al 100% de las edificaciones que pagan IBI» destacó Buj, quien añadió sobre este impuesto el esfuerzo del ayuntamiento para que, a medida que subía la base imponible, bajara la parte municipal.

También se ha mejorado, según Buj, la gestión del impuesto de circulación.