La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, ha pedido al Gobierno de Aragón como responsable de la construcción del nuevo hospital de la ciudad que subsane las «deficiencias» del proyecto que ha presentado en el consistorio para conseguir la licencia de obras, puesto que es un proyecto sin visar por los técnicos del Servicio Aragonés de Salud. Buj puso ayer como ejemplo de esas deficiencias, además de la falta de visado, el hecho de que el helipuerto del hospital aparezca en unos planos dentro de la parcela del centro hospitalario y en otros fuera. «Fuera implicará una reclasificación de una parte del suelo que puede generar problemas» dijo a los medios tras la reunión de una comisión extraordinaria de Urbanismo en la que los técnicos municipales han detallado a los grupos políticos en el ayuntamiento los problemas detectados.

Buj recordó que el proyecto para el que se ha pedido licencia es una modificación de otro que se presentó en el 2015 y que el Gobierno de Aragón retiró después, con la llegada del socialista Javier Lambán a la presidencia, y que por tanto nunca llegó a obtener el visto bueno municipal. Aclaró que el proyecto que sí obtuvo la licencia fue el presentado anteriormente, en el 2011, pero «es un proyecto distinto, por tanto la licencia tiene que ser nueva puesto que se trata de un edificio totalmente nuevo y diferente».

La alcadesa criticó además que la entrega del proyecto, del 2016, se realice en el 2018 y que además no se realizara una llamada para comunicarlo, dada la importancia de la documentación: «Fue dejado en el registro como una documentación cualquiera». También destacó el «trabajo extraordinario» del Ayuntamiento con el proyecto, porque si hubiera sido otro tipo de documentación, los técnicos lo habrían devuelto nada más verlo sin visar y, en cambio, han estudiado el detalle para conocer las deficiencias.

Buj advirtió de que se trata de deficiencias «graves» e incidió también en que los depósitos criogénicos «no cumplen con el retranqueo a la parcela colindante» por lo que si se cambian de sitio «no hará problema», pero no así si permanecen en el mismo lugar.

Por todo ello advirtió que ahora «la pelota» la tiene el Gobierno de Aragón pero que las deficiencias son «de fácil solución si hay voluntad».