La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, solicita al Gobierno de Aragón un cribado masivo en la ciudad ante la alta incidencia acumulada y el elevado número de casos, que en las últimas 24 horas han ascendido a 44 entre los dos centros de salud de la capital turolense.

Buj recordó en una rueda de prensa telemática que la incidencia acumulada en la provincia de Teruel sitúa a la ciudad como la tercera más elevada de país en 14 días, con 1.267 casos por 100.000 habitantes, tan solo superada por Palencia y Segovia, donde ya han realizado cribados masivos para intentar revertir la tendencia.

No obstante, la alcaldesa aseguró que a esta petición que ella misma hizo ayer por la mañana, el Gobierno de Aragón ha respondido que Teruel todavía no está tan afectado ni se encuentra en una situación de transmisión tal como para utilizar ese tipo de herramientas.

Limitación de actividades

«No estamos tan bien como para que se flexibilicen las medidas, ni tan mal como para que se hagan cribados masivos, pero estamos en una situación muy preocupante que nos obliga a grandes restricciones», lamentó Buj, al tiempo que cuestionó que las cifras tengan que ir a peor para que se plantee el cribado masivo.

En este sentido, la alcaldesa señaló que el consistorio turolense ya ha limitado las actividades y anunció que van a comenzar una campaña de concienciación en los medios de comunicación para hacer un llamamiento de responsabilidad al vecindario.

«Yo he vuelto a pedir los cribados masivos, pero no puedo hacer más, por lo tanto, solo queda volver a apelar a la responsabilidad individual de los turolenses», añadió Buj, que precisó que no va a opinar más sobre la postura que ha tomado el Gobierno de Aragón.

Este estado de cosas preocupa a los responsables políticos de la Ciudad de los Amantes, así como a la opinión pública, en particular a raíz de que en los últimos días haya habido una incremento de casos.

La Vaquilla, en el aire

Preguntada por los medios de comunicación sobre el futuro de las fiestas de La Vaquilla, la alcaldesa manifestó que todavía es pronto para tomar una decisión y que el ayuntamiento tiene previsto el presupuesto por si se pudieran celebrar, aunque ha reconocido que es mejor no hacerse ilusiones.

De ser así, sería el segundo año consecutivo en el que las fiestas patronales sufren una suspensión, con el consiguiente varapalo a la industria hostelera y a los establecimientos hoteleros de la ciudad. No obstante, todo estará supeditado a la evolución de la pandemia y al efecto de la extensión de la vacuna.