La Audiencia de Zaragoza ordenó ayer la busca y captura de Ramón R. M., para el que la Fiscalía y el dueño de un gimnasio de la capital aragonesa piden una condena de entre dos y tres años de cárcel por una venta fantasma de bicicletas de spinning. Según las acusaciones, se hizo pasar por comercial y representante de una empresa suministradora de material deportivo para cerrar la operación y embolsarse 11.000 euros.

Ayer estaba previsto que se sentara en el banquillo de los acusados, si bien decidió no personarse. Era la segunda vez, por lo que los magistrados pidieron a la Policía Nacional que le arresten y así asegurarse el poder celebrar el juicio. Los hechos se produjeron en el verano de 2013, cuando el presunto estafador se presentó en las instalaciones del gimnasio Suite y se ofreció a intermediar en la operación con su dueño. El acusado no tiene antecedentes.