La Fundación Michael J. Fox, de EE.UU, busca voluntarios para participar en ensayos clínicos sobre el parkinson, ya que entre un 40 y un 70% de estas investigaciones no finalizan por falta de participantes, una iniciativa que se ha dado a conocer hoy en Aragón.

La iniciativa, Fox Trial Finder o buscador de ensayos clínicos, que ha llegado hace tres meses a España, ha sido presentada hoy en rueda de prensa en Zaragoza por el neurólogo Javier López del Val con motivo del Día Mundial del Parkinson, que se celebra el 11 de abril con el lema "Todo superhéroe necesita un supercompañero".

El objetivo de esta herramienta gratuita "on line" es localizar a voluntarios, tanto pacientes como sanos, que estén dispuestos a participar, de una manera anónima, en cualquier estudio que se realice en el mundo sobre esta enfermedad neurodegenerativa, ha explicado López del Val, de la Unidad de Transtornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Hospital Clínico de Zaragoza.

La investigación a veces no avanza porque la gente no se entera de que se pueden apuntar, ni tampoco dónde, para formar parte de ensayos clínicos, un porcentaje que se eleva al 61 por ciento según una encuesta de la Fundación Michael J. Fox, ha agregado.

Esta fundación, creada por el actor Michael J. Fox, quien padece parkinson desde hace muchos años, había recabado a finales del pasado año unos 350 nuevos ensayos clínicos, uno de ellos de Barcelona, con 475 investigadores, desde que puso en marcha en 2012 Fox Trial Finder en Australia, Estados Unidos y Reino Unido.

En España se introdujo de la mano del Hospital Clínico de Barcelona, que ha entrado en contacto con otros centros sanitarios para difundir este proyecto, en el que cualquier persona mayor de edad se puede inscribir enviando un correo electrónico a "ensayosparkinson@foxtrialfinder.es".

Asimismo, se pueden enviar propuestas de investigación, una vez aprobadas por un comité ético, para las que la Fundación buscará posibles voluntarios que encajen con el perfil solicitado y que se encuentren cerca de donde se llevará a cabo el estudio, ha agregado Del Val, quien ha informado de que, por el momento, no ha presentado ningún ensayo clínico.

Precisamente, el presidente de la Asociación Parkinson Aragón, Amador Plaza, ha reclamado en la misma rueda de prensa una mayor dedicación de recursos a la investigación de la enfermedad, ya que "bajo el paraguas de la crisis" parece que los pacientes tienen que "resignarse".

En su opinión, los enfermos de parkinson "languidecen" mientras esperan una solución que no llega, ha dicho.

Se trata, ha explicado Plaza, de una enfermedad neurodegenerativa, la segunda más frecuente entre los mayores de 65 años, aunque también afecta a los jóvenes, que produce un gran impacto en el ámbito familiar porque "si el paciente no se entiende a sí mismo, cómo lo va a entender la familia", se ha preguntado.

En Aragón se estima que hay de 1.800 a 2.500 pacientes de parkinson, de los que entre el 8 y el 10%, con unos diez o quince años de evolución de la enfermedad, necesitan un tratamiento no habitual o más complejo y no les puede dejar "abandonados", ha manifestado López del Val.

Estos tratamientos, para cuyo estudio se ha constituido en Aragón una mesa de trabajo formada por cinco neurólogos, entre ellos el propio López del Val, son la cirugía y los fármacos "apomorfina" y "duodopa" en gel.

Este neurólogo, quien no se ha mostrado partidario de operar, ha dicho que los nuevos medicamentos ofrecen a aquellos pacientes con "ineficacia terapéutica" a los tradicionales una eficacia homogénea y más continuada en el tiempo.

Se trata de terapias más caras, aunque no sirven para todos los enfermos, que se ofrecen en toda la Comunidad y que, en un momento en el que en Aragón se habla mucho de déficit, el hospital "jamás" les ha negado, ha afirmado López del Val en presencia del gerente de los sectores sanitarios III del Hospital Clínico y de Calatayud, José Antonio Gil.

La prevalencia del parkinson es de 180 por cada 100.000 personas, una cifra que se mantiene tras haber registrado un incremento en los años sesenta por tóxicos como la coca o el éxtasis.

En el 8 por ciento de los pacientes, la enfermedad tiene origen genético, sobre todo en los casos que aparece antes de los 50 años, y en el resto es "esporádico", "ha tocado y no se sabe por qué", ha concluido López del Val.