Una denuncia interpuesta en Zaragoza destapó en el año 2011 una trama a nivel nacional que estafó a 47 hombres que aspiraban a ejercer la prostitución de lujo. Siete personas fueron arrestadas y este lunes todos ellos se sentaron en el banquillo de la Audiencia Provincial de Zaragoza para responder por delitos de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Finalmente, han decidido admitir los hechos y devolver parte de los 100.000 euros que consiguieron, por lo que la Fiscalía decidió reducir de forma considerable las penas iniciales de prisión. La más beneficiada ha sido la cabecilla de la red, la malagueña María Dolores Toro González, que ha aceptado dos años y medio de cárcel frente a los 14 iniciales.

El acuerdo entre la Fiscalía y los abogados de las defensas, Carmen Sánchez Herrero, María José Martínez Sancho, Jordi Jara e Ignacio Pérez Zumaquero, entre otros, hizo que la acusación pública retirara el blanqueo de capitales y rebajara al mínimo el resto de condenas. Mario Javier Rodríguez aceptó 1 año y quince meses de prisión; Mariana Andrea Parra, dos años; Emo Fernel Bastidas, un año; Josefa Ramos, seis meses; Leidy Johana Mora, seis meses, y Víctor Manuel Mulet, la pena de 360 euros.

El grupo criminal, afincado en Torremolinos (Málaga) insertaba en multitud de periódicos anuncios en los que se reclamaban los servicios de hombres con expresiones tales como: «Urge caballeros para encuentros», «se necesitan hombres discretos, altos ingresos», llegando a crear una página web Encuentrosinolvidables.com.

A estos hombres, normalmente jóvenes o de mediana edad, les solicitaban el ingreso de 250 euros en concepto de inscripción, si bien posteriormente les pedían 500 euros so pretexto de acceder a la zona de la web o lista de clientes VIP. A otros los llegaban a desplazamientos por la geografía española para unas hipotéticas relaciones sexuales con mujeres y cobrarles más dinero. Sin embargo, les pusieron en contacto con mujer alguna.

En cuanto ingresaban el dinero en las cuentas que les proporcionaba la encausada, los muleros lo sacaban a cambio de un porcentaje y se lo entregaban a ella. La Policía detectó una veintena de cuentas en distintos bancos en las que se recibieron ingresos por un importe total de 339.000 euros, si bien la Fiscalía determinó que el montante defraudado era de 103.842 euros.