La plaza de España de Zaragoza ha sido escenario esta tarde de una nueva protesta contra las agresiones sexistas. El movimiento feminista 8M Zaragoza ha organizado una concentración en la que decenas de personas han lamentado las ocho agresiones ocurridas durante las fiestas del Pilar (en cinco de los casos se presentó sendas denuncias y en otros tres, no) y, obviamente, por la violación sufrida por una joven a manos de dos hombre cuando fue a comprar droga a un piso de la calle Boggiero, dramático episodio adelantado hoy martes por este diario en su edición de papel.

«Sube mejor al piso». Ese fue el mensaje que recibió la joven zaragozana momentos antes de ser violada por el hombre con el que había acordado verse para comprarle droga. Tras él, según la denunciante, lo hizo otro joven. La Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón investiga este caso y trata de identificar a los sospechosos. Los hechos ocurrieron la semana previa a las fiestas del Pilar. Según fuentes consultadas por este diario, la víctima contactó con un joven de origen marroquí para adquirir marihuana. Él le dijo que acudiera a su casa, que sería el lugar en el que se realizaría la transacción. Ella aceptó.

La denunciante acudió al domicilio de su supuesto agresor situado en la calle Boggiero, en el barrio de San Pablo de la capital aragonesa. Fue acompañada por un amigo, ya que su pareja sentimental no podía en esos momentos acompañarla, según estas mismas fuentes. Ya en el portal, la joven se volvió a comunicar con su agresor sexual, quien le dijo que mejor subiera al piso, que allí era un lugar más seguro. De forma inexplicable, el amigo de la víctima no le acompañó en ese momento. Una situación que quiso aprovechar el traficante que no dudó en violar a la joven, dejándola en estado de shock. Una vez acabada la agresión sexual por parte de este hombre, apareció en escena uno de sus compañeros de piso, quien, en ningún momento, defendió a la joven, al contrario. Según estas mismas fuentes, el joven que la había violado le animó a hacer lo mismo. En un principio se negó, pero al final, tras ser cuestionada su hombría, le secundó en la agresión sexual.

Después de sufrir esta doble violación, la joven no dudó en interponer una denuncia que activó todo el protocolo de atención no solo sanitaria, sino forense, puesto que las pruebas biológicas son fundamentales de cara al procedimiento judicial contra los delincuentes.

La detención de los dos sospechosos no está siendo fácil para los investigadores de la UFAM, puesto que, según las fuentes citadas, la víctima tiene dificultades para poderles identificar en ruedas de reconocimiento. El shock que sufre como consecuencia de estos hechos le impide poder diferenciar los rasgos faciales de sus violadores.