Los Mossos d’Esquadra detuvieron a cuatro presuntos miembros de una banda a la que achacan la comisión de una treintena de robos en casas de Aragón (especialmente Fraga) y Cataluña a las que se iban en coches alquilados que bendecían porque crecían que esa ceremonia les daría suerte en sus fechorías.

Los cuatro detenidos, tres hombres de origen chileno y una mujer española nacida en ese país suramericano, ingresaron en prisión el pasado 22 de abril por orden de un juzgado de Solsona (Lérida).

El grupo estaba especializado en esos delitos y sus miembros se desplazaban desde sus domicilios de Barcelona a localidades de las dos comunidades por carreteras secundarias para cometer los robos en las casas, situadas siempre en calles poco transitadas, en urbanizaciones solitarias y en poblaciones pequeñas.

Los cuatro detenidos iban muy bien vestidos y cuidaban mucho su imagen para no levantar sospechas entre los vecinos y utilizaban siempre vehículos de alquiler para desplazarse hasta los domicilios que robaban.

Los Mossos comprobaron que en dos meses la banda se gastó más de 3.500 euros en el alquiler de vehículos, que cambiaban semanalmente, para no levantar sospechas. En los registros de sus domicilios en Barcelona se encontraron objetos procedentes de los robos, entre ellos joyas, perfumes y 150 bolsas con marihuana.