Después de siete años de búsqueda ininterrumpida, la Policía Nacional ha logrado detener a Alfredo Tobeb Ruiz, alias el Kiko, un conocido narcotraficante de la pasada década. Estaba especializado en heroína. Actualmente se escondía en un chalet en la localidad zaragozana de Botorrita.

Dada la peligrosidad del investigado y su destreza para evadirse de la acción policial y judicial, la Jefatura Superior de Policía de Aragón estableció un amplio operativo policial integrado por agentes del Grupo de Atracos, Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES), Guías Caninos, Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y el helicóptero del cuerpo.

Durante su fuga, este hombre de 55 años había podido eludir la acción policial con frecuentes cambios de residencia y de aspecto físico, según fuentes policiales. En el momento de la detención en su vivienda donde, al parecer, llevaba escondido varios meses, portaba incluso documentación que no era la suya propia con la intención de dificultar la labor policial llegado el momento. En el registro realizado por los agentes, estos hallaron una plantación de marihuana, incautándose de las plantas así como de los elementos colocados al efecto para el adecuado crecimiento y desarrollo de los vegetales.

Las investigaciones estuvieron dirigidas y coordinadas por el Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza, cuya magistrada decretó su ingreso en prisión.

Sobre el Kiko pesaba una condena de siete años y medio de prisión por un alijo de heroína que le incautó la Policía en el 2009. En el 2005 había sido castigado con otros seis años y medio de prisión por tráfico de drogas. La última detención de Kiko se remonta al 2009. Él junto a varios miembros -que fueron absueltos en el juicio- fue detenido con varios kilos de heroína escondidos en el doble fondo de un turismo. Según señaló entonces la Policía, los investigados realizaron varios viajes desde Zaragoza hasta Madrid para negociar los detalles de la transacción y recoger muestras de la droga que pretendían adquirir. Finalmente cerraron la negociación y establecieron día y hora para realizar la compra-venta del alijo. La Unidad de Drogas y Crimen Organizado «siguió estrechamente los movimientos de los narcotraficantes y desencadenó las detenciones cuando dos de los miembros del clan de narcotraficantes -el Kiko y C. M. S.- de Zaragoza regresaban a la capital aragonesa con la heroína».

Tras esas detenciones, la Policía registró la vivienda de los proveedores de Madrid, donde se arrestó a otras dos personas y se les intervino armas y droga.