La Policía Nacional, en colaboración con diversas administraciones, ha desmantelado otra red de regularización ilegal de ciudadanos chinos radicada en Zaragoza, que además también prostituía a compatriotas en pisos, en condiciones insalubres y sin apenas contacto con el exterior. La investigación se ha cerrado con 18 detenidos y dos registros domiciliarios, en los que decomisaron 10.000 euros y abundante documentación.

La mecánica de la red, en la parte laboral, es idéntica a otras desmanteladas previamente por la Unidad Contra Redes de Inmigración ilegal y Falsedades (UCRIF) de la Policía Nacional, y su detección también vino por el mismo camino. Las sospechas se produjeron inicialmente por el crecimiento anormal de solicitudes de permisos de residencia, trabajo y reagrupación familiar en la capital aragonesa.

Tras el aviso de la Seguridad Social y la Oficina de Extranjería, y con su colaboración, los agentes descubrieron que los detenidos, presuntamente, ofrecían a compatriotas falsos contratos de trabajo ficticios en compañías de otros empresarios chinos, lo que usaban para solicitar el resto de trámites. Según determinó la UCRIF, cobraban entre 6.000 y 10.000 euros a cada compatriota por los contratos, que en ocasiones eran incluso para trabajar en locales de otras provincias, aunque la solicitud de empadronamiento se realizase en Zaragoza.

INGRESOS MILLONARIOS / Con este sistema, los «conseguidores» de la red obtuvieron «ingresos millonarios», según calcula la Policía, que luego enviaban a China por diversos procedimientos. Ni estos, ni el cálculo del posible beneficio obtenido por la trama, pudieron ser detallados.

Tampoco lo fue el número de mujeres que presuntamente explotaban sexualmente los arrestados, ni la cantidad de pisos donde lo hacían.

Sí trascendió que las víctimas de la trata eran igualmente inmigrantes ilegales, y de hecho apenas las dejaban salir de las viviendas para que no tuvieran contacto con el exterior y no delatasen su condición de irregulares. Además, las mantenían en condiciones insalubres, lo que se constata con la imagen de uno de los pisos registrados.

Los 18 detenidos quedaron en libertad tras declarar ante el juez, según detallaron a Efe fuentes policiales.

Salvo por la trama de prostitución, el mecanismo de regularización es similar al de otras de las grandes tramas de inmigración chinas que se han destapado con epicentro en la capital aragonesa. Idéntico sistema utilizaban los alrededor de 260 implicados (más de la mitad imputados, no detenidos) de la red que se descubrió en el 2014, cuya tramitación judicial parece estar estancada.

En aquella investigación se llegó a descubrir una presunta falsedad documental de la firma de una de las trabajadoras de la Casa de las Culturas de Zaragoza, y hubo tres policías implicados (dos locales y uno nacional), si bien su participación quedó como muy tangencial, por contrataciones de empleadas o conversaciones que parecían avisos.

Tras esta llegó, a comienzos del año pasado, otra actuación contra estas redes, en aquella ocasión con 23 detenidos, que se calculaba que habían regularizado ilegalmente a 101 chinos con los contratos ficticios. Esta causa permanece prácticamente paralizada en los juzgados, por la dificultad de efectuar las necesarias periciales caligráficas.

Las investigaciones de estos casos son complejas por el tradicional hermetismo de esta cultura asiática, pero generan perjuicios no solo por la regularización en sí, sino por los subsidios s que llevan aparejados los contratos de trabajo.