La Guardia Civil informó ayer, un mes después de los registros practicados en Zaragoza en relación con el narcotráfico, de los resultados de la operación con la que estaban relacionados. Una investigación bautizada como Gatuzo, que implicó a la Guardia Civil y la Policía Nacional de Colombia, y que bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza ha permitido desmantelar dos redes dedicadas al blanqueo de dinero de la droga. Se calcula que por un valor de 2,5 millones de euros.

Como informó EL PERIÓDICO, el pasado 5 de junio efectivos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se desplazaban a la capital aragonesa para efectuar varios registros (hasta tres, según concretó ayer el instituto armado), en las calles del Turco y Félix Rodríguez de la Fuente, apoyados por efectivos locales del GRS, seguridad ciudadana y perros especialistas en detección de droga. Algo de cocaína hallaron, pero al parecer no fue una cantidad relevante, ya que el instituto armado no la mencionaba. En la capital aragonesa se efectuaron una decena de arrestos, pero en total, con diez registros practicados (también en Madrid y Toledo), detuvieron a 23 personas e imputaron a otras nueve.

GRUPOS / La investigación que motivó este operativo, que causó cierta alarma entre los vecinos por el número de efectivos, incluso con helicóptero, comenzó a instancias de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin) colombiana, que informó de la posible presencia de una banda de su país radicada en Zaragoza, dedicada al blanqueo de capitales para grupos de traficantes.

La investigación pudo concretar que la banda movía dinero de otras dedicadas más específicamente al narcotráfico, de España y Francia. Entre sus clientes figuraba también un grupo madrileño, que a su vez prestaba estos servicios a grupos de delincuentes, tanto narcos como ladrones.

Los investigadores pudieron acreditar que las bandas vinculadas utilizaban principalmente dos métodos para el blanqueo. Por un lado, el llamado pitufeo, que consiste en fraccionar las grandes cantidades de dinero recibidas en envíos de pequeñas remesas, para no levantar sospechas.

El otro sistema consistía en la adquisición de criptomonedas, bien fueran bitcoins u otro tipo de divisas virtuales, que se depositaban en monederos virtuales también propiedad de la organización, en ocasiones mediante el uso de testaferros.

Con ambas técnicas, el dinero acaba retornando ya blanqueado a Suramérica, dificultando mucho la trazabilidad del mismo por parte de los investigadores. Aun así, los agentes han podido determinar que los grupos blanquearon al menos 2,5 millones de euros con estas técnicas. Las pesquisas también contaron con la colaboración de Europol.

DECOMISO / Durante los registros se intervinieron dos vehículos, gran cantidad de soportes informáticos, teléfonos móviles y diversa documentación bancaria y económica que acreditaba el elevado número de transacciones efectuadas por los miembros de estas organizaciones.

Además, como novedad, en estas ocasión se identificaron e intervinieron un gran número de billeteras virtuales (wallets) utilizadas para la compra-venta y posterior transferencia de criptomonedas.