Las personas mayores de 65 años son uno de los colectivos más vulnerables de la sociedad. Los delincuentes lo saben e intentan beneficiarse de ellos. La Policía Nacional acaba de detener a dos jóvenes por estafar 7.200 euros a un anciano de 82 años y otros 3.047 euros a una mujer de 81 años.

La denuncia la interpusieron los propios afectados. Rápidamente el Cuerpo Nacional de Policía unió ambos casos, puesto que el modus operandi era similar: acudir un mínimo de dos personas, una de ellas para ejercer labores de vigilancia, a domicilios particulares, incluso avisando con antelación de su llegada como trabajadores de alguna empresa dedicada dedicada a servicios de luz o gas.

Cuando son recibidos suelen expresarse de forma elocuente y mediante engaño consiguen información de las cuentas bancarias y libretas para sustraer al descuido el dinero de las víctimas.

Fue el caso concreto del hombre de 82 años, quien señaló que a principios del pasado mes de febrero un joven se habría hecho pasar por un comercial de Endesa, quien le manifestó que para arreglar unos problemas tenía que darle su libreta bancaria. Ese mismo día le entregó su libreta y esta persona se marchó comunicándole que al día siguiente regresaría con la incidencia solucionada.

Cumplió su promesa y regresó, devolviéndole la libreta. Al revisar la tarjeta, el anciano comprobó que había varios reintegros de dinero que se habían hecho sin su autorización por un importe de 7.200 euros. En la denuncia, la víctima dio los rasgos personales del sospechoso. De una forma similar estafaron a la anciana de 81 años.

Ahí comenzó la investigación del Cuerpo Nacional de Policía para tratar de dar con los falsos comerciales de luz. Los agentes analizaron los movimientos bancarios y las grabaciones de las cámaras de seguridad de las entidades pudiendo identificar a los sospechosos, H. E. y Z. E., naturales ambos de Marruecos y con residencia en Barcelona, quienes tienen varios antecedentes por estafa. Tras pasar por el juzgado de guardia, asistidos por la abogada Ana Herrando, fueron puestos en libertad. La Policía Nacional no descarta que estén detrás de hechos similares.