Alrededor de un millar de personas acuden cada día a la Escuela de Arte y a la Escuela de Diseño, donde pasan numerosas horas. Pero no es posible comer un bocadillo o tomar un café en el edificio porque no hay servicio de cafetería. De hecho, nunca lo ha habido. Han pasado casi diez años desde el traslado al actual emplazamiento, pero el espacio nunca ha estado ocupado.

De hecho, no existe cocina y la amplia terraza tan solo se utiliza unas pocas veces al año para recibir invitados a ferias o exposiciones. «Pero tenemos que subir nosotros el café», advierte la directora de la Escuela de Diseño.

Porque arriba no hay nada. Y eso que el equipo directivo insiste en una petición que viene de lejos. «Es un espacio que no está instalado y tiene que salir a concurso público. Se hizo uno hace seis años pero nadie concurrió porque se sacó en los mismos términos que, por ejemplo, la cafetería de un hospital: tiene que ser una sociedad, con un capital social y demás, pero, para este tipo de espacios, esa fórmula no funciona», indicó Pellegero.

Así que la segunda opción planteada desde la Administración es sacar el servicio a concurso público con otras pautas, más enfocadas a la adquisición por autónomos. «Pero seguimos esperando. Todos años preguntamos, pero nunca hay novedad. Hemos pedido instalarlo este curso entre los dos centros porque si se hace desde el centro se puede alquilar el espacio, pero no sabemos qué pasará al final», añadió Pellegero.