CaixaBank ha empezado a negociar con los sindicatos del banco un plan de desvinculaciones voluntarias incentivadas que está exclusivamente dirigido a empleados de 58 o más años de las provincias de Barcelona y Teruel.

El banco calcula que el número de personas que pueden cumplir los requisitos marcados es de 376, aunque da por supuesto de que la cifra total de adheridos será menor, ya que todo dependerá del presupuesto disponible y de si los interesados aceptan las condiciones ofrecidas.

Las provincias de Barcelona (donde están los servicios centrales del banco) y de Teruel fueron las dos únicas que quedaron fuera del ERE pactado en mayo pasado para un total de 2.023 empleados, y ahora la entidad prevé aplicar en ellas un plan de salidas similar al impulsado en años anteriores, aunque no se han dado a conocer aún las condiciones económicas que se ofrecerán.

CaixaBank no incluyó a estos dos territorios en el ERE al considerar que faltaba personal en ambas provincias. Ahora da la oportunidad a estos empleados de acogerse a una desvinculación voluntaria incentivada y, en paralelo, prevé realizar contrataciones en Barcelona, principalmente jóvenes, para rebajar la media de edad de la plantilla.

Este plan de desvinculaciones voluntarias ya estaba previsto desde el 2019, ya que el compromiso de negociación se incluyó en el acuerdo laboral firmado con la representación sindical el pasado mes de mayo. El banco espera alcanzar un acuerdo sobre salidas con los sindicatos en los próximos días para abrir el plazo de solicitudes de adhesión en febrero.