"Por una matemáticas sencillas, naturales y divertidas" es el lema del método de cálculo ABN, que ha revolucionado la manera de entender las matemáticas de más de 200.000 alumnos en un millar de colegios, dejando de lado al tradicional ábaco.

Así, este método se desentiende de "todos los rigores y prescripciones del cálculo tradicional" para apostar por un "cálculo abierto" en el que no todos los alumnos operan igual: llegan a la misma meta pero los caminos pueden ser distintos.

El método nació en Cádiz en 2008, impulsado por los colegios públicos Andalucía y Carlos III y se compone de una serie de procedimientos que ayudan a avanzar en el aprendizaje de la numeración y el cálculo de niños de 3 a 12 años, trabajando con algoritmos abiertos basados en números, de donde toma sus siglas "ABN".

Tras diez cursos de implantación en aulas de toda España y países como Perú, Colombia, México, Uruguay, Argentina, Chile y Estados Unidos son ya unos mil los docentes que enseñan matemáticas a sus alumnos de esta forma alternativa.

Entre ellos, más de 400, en su mayoría maestros de Infantil y Primaria, han compartido sus experiencias en el aula con otros compañeros en el congreso anual sobre este método, que se ha celebrado en Zaragoza este fin de semana.

Y si por algo crece la popularidad de esta forma de calcular es porque los alumnos que aprenden matemáticas con esta fórmula "entienden todo lo que hacen", explica en declaraciones a Efe el creador del método, Jaime Martínez Montero.

"Los alumnos que aprenden cálculo tradicional lo saben hacer, pero no saben por qué lo hacen y cuál es la razón por la cual lo resuelven de esa manera y no de otra", explica.

Pero este método alternativo se basa en el desarrollo del sentido natural del número que todos los niños tienen y se sirve de elementos de la vida diaria de los estudiantes, como palillos o tapones de envases, para construir esquemas abstractos que den sentido a lo que ellos "ya saben hacer".

De hecho, si algo se busca es que los niños entiendan el proceso ya que "aquello que hay que aprender a ciegas no le gusta a nadie".

Para Martínez Montero, a diferencia del cálculo tradicional, donde "no te aprendes las ecuaciones, sino un manual de instrucciones para aprenderte las ecuaciones", los alumnos que utilizan cálculo ABN "aprenden desde pequeñitos, sabiendo lo que hacen, en un ámbito de igualdad y dando la razón de por qué hacen una cosa o la otra".

El resultado, según el creador de este método abierto y sin licencia, es un nivel de cálculo mental "asombroso", con alumnos que terminan la primaria dominando muchos de los contenidos de segundo y hasta de tercero de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

"Los niños terminan Infantil manejando la primera centena, suman y restan mentalmente dentro de la primera centena cualquier cantidad, multiplican por dos y por cinco y dividen para dos y para cinco, algo que era totalmente impensable dentro del otro paradigma", relata.

Pero es en la comprensión y en la resolución de problemas donde más destacan estos alumnos, disciplina en la que casi triplican el número de problemas bien resueltos en una batería de ejercicios, añade.

Y es que, para el creador de este método, aprender a hacer problemas va más allá de superar un examen, puesto que enseña a "dar respuestas a los retos" de la vida diaria a los que estos alumnos, que ya suman más de 200.000, se enfrentarán el día de mañana.