Calidad Pascual facturó 17,5 millones de euros en Zaragoza durante el año 2018. La delegación aragonesa es una de las más importantes en cuanto a producción de soja, que cuenta con 150 hectáreas de cultivo propias en Aragón. Además, la firma apuesta e impulsa el desarrollo de todas aquellas personas que han contribuido al crecimiento de la compañía a lo largo de su medio siglo de historia y reconoce la importancia de esta región para mantener su liderazgo.

La expansión comercial hacia Aragón fue de vital importancia para la compañía, llegando a Zaragoza en 1985. El año pasado la empresa celebró el 50 aniversario de su nacimiento y, actualmente, tiene presencia en más de 2.150 puntos de venta en la región. En términos de empleo, cuenta con una plantilla directa de 31 personas entre delegados, jefes de equipo, promotores, personal de administración, televentas, personal de almacén y servicio técnico.

Como parte del compromiso con el desarrollo socioeconómico de la zona, Pascual realiza anualmente compras a empresas aragonesas por valor de más de 18 millones de euros. A esto hay que sumar la importancia del cultivo local de soja en la zona, materia prima utilizada en la elaboración de las bebidas vegetales Vivesoy.

Además, la compañía cuenta con una alianza comercial con el Grupo Ágora para la distribución de la cerveza Ámbar. A este hay que sumar la ampliación del acuerdo, en el 2019, para distribuir en exclusiva la marca Marlen en hostelería.

El presidente de la compañía, Tomás Pascual Gómez-Cuétara, comentó que se identifican «con el carácter de los maños, por su resiliencia, ese nombre que nos hemos inventado para designar a la sana obstinación y entrega que nos ha ayudado a avanzar y crecer de la mano durante los 50 años de historia que acumulamos».

El director general de la Unidad de Negocio Láctea, Víctor Córdoba; y el de la Unidad de Negocio Bebidas y Distribución, Javier Ribera, también hicieron referencia a la buena trayectoria. Córdoba destacó la fortaleza de los valores en Calidad Pascual, con la mirada puesta en el futuro. «Tener valores es seguir pensando en transformar ese sector lácteo, es seguir mirando al futuro, innovar, crecer, ofrecer nuevas soluciones para que la leche y sus derivados sigan siendo un eje de nuestra alimentación y la de nuestros hijos», destacó.

Por su parte, Ribera coincidió en esa visión de futuro, resaltando la importancia del trabajo en equipo. «Para dar continuidad a los buenos resultados y seguir avanzando en una gestión sostenible y rentable es necesario que todos rememos en la misma dirección. Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos», zanjó.