La calle Alfonso I de la capital aragonesa volverá a cambiar su actual estética. Después de la polémica eliminación del tercer brazo de las farolas, el consistorio zaragozano sustituirá los maceteros antiyihadistas instalados a lo largo de la vía por bolardos retráctiles. La idea de blindar el Casco Histórico de la ciudad se puso en marcha en el mes de septiembres, después de que el Ministerio del Interior así lo solicitara tras los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils.

La decisión de colocar estos pilotes eléctricos se acordó en la Junta Local de Seguridad de Zaragoza, si bien llevar a cabo la medida llevará su tiempo, según fuentes consultadas por este diario. Donde ya han comenzado los operarios municipales a poner este sistema es en la calle Milagro de Calanda, entre la basílica del Pilar y el Ayuntamiento de Zaragoza. En estos momentos, hasta que entren en funcionamiento conviven con los maceteros. Cuando finalicen estos trabajos, los bolardos retráctiles se colocarán en la calle Salduba. Será en un plazo todavía sin determinar cuando lleguen a la calle Alfonso I.

La idea, según estas mismas fuentes, es la de mejorar los accesos a la plaza del Pilar y adyacentes y evitar incidencias como las que se van a producir en Semana Santa para el paso de las cofradías o las que hubo tanto en las Fiestas del Pilar como en Navidad. Una medida que se llegó a improvisar en aquel momento fue la de situar los maceteros antiterroristas sobre palets de madera de cara a poder apartarlos para, por ejemplo, la carga y descarga de mercancías a los puestos navideños de la plaza del Pilar.

De hecho, el desvío del Santo Entierro como consecuencia de las obras del Mercado Central va a obligar al ayuntamiento a retirar todos los maceteros antiterroristas, generando un coste a las arcas municipales de 70.000 euros, tal y como adelantó este diario. Para la Ofrenda de Flores y las actividades propias de los pilares, el coste rondó los 40.000 euros.

CATAS

La puesta en marcha de esta medida tiene sus dificultades, tal y como reconocieron fuentes municipales, ya que es necesario realizar un estudio sobre los suministros que discurren por debajo del pavimento. De ahí que se realicen catas para determinar la ubicación más correcta.

Una cuestión que todavía está en el aire es la relacionada con los colectivos que van a tener permiso y, por tanto, llave para activar los bolardos retráctiles. Inicialmente, la autorización lógica recae en Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en los bomberos. Por el momento, esta cuestión no se ha definidio puesto que la puesta en marcha no ha entrado en vigor.

Quienes ven con buenos ojos que se comience la sustitución de los maceteros por bolardos son, especialmente, los transportistas, ya que, tal y como reconocieron «cada día hay que dibujarse un plano en la cabeza de dónde aparcar el camión para estar cerca de los sitios donde poder repartir». «Ahora nos habíamos acostumbrado a esta situación, lo que no sé es si este nuevo sistema nos va a servir a nosotros para algo», decía un profesional de este sector.

Del mismo modo se pronunciaron los comerciantes situados en la calle Alfonso I y plaza del Pilar, quienes dudaron que ese sistema de seguridad esté constantemente subiendo y bajando a demanda de ellos, si bien apuntaban a la posibilidad de marcar un horario de carga y descarga.

Algunos admitían que, a pesar de los inconvenientes de los maceteros antiterroristas, se habían «acostumbrado» a la imagen que han creado en la zona «haciéndola más verde», si bien «el mantenimiento de los mismos deja que desear porque muchos están secos y tampoco se reponen las plantas dañadas». «Es una desidia lo de este ayuntamiento; antes había hasta plantas colgadas en las farolas, pero ya nos las ponen y encima quitan la imagen característica de nuestra calle con las farolas de Averly», apuntó una comerciante.

PRESENCIA POLICIAL / Esta semana, la capital aragonesa ha visto cómo la Policía Nacional redoblaba la presencia de agentes en determinadas calles y edificios. Zaragozanos y turistas se sorprendieron el pasado jueves cuando vieron a agentes de paisano -solo se podían identificar con unos chalecos antibalas- con armas largas. Unas patrullas que fueron completadas con varias dotaciones de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional.

Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón esta presencia no responde a ninguna cuestión más allá de que España está en nivel 4 de alerta antiterrorista (el segundo más alto tras el 5, correspondiente a un atentado inminente), que se mantiene desde hace tres años. No obstante, este incremento puede responder con determinados mensajes interpectados en grupos de Telegram empleados por terroristas del Estado Islámico.