La calle Gumá, la principal arteria de acceso al casco urbano de Caspe, va a ser objeto de una remodelación importante. Los trabajos, que se concentrarán en el pavimento, las aceras y el alcantarillado, tienen un coste aproximado de 207.497 euros (alrededor de 30 millones de las antiguas pesetas).

Con casi doscientos años de antigüedad, la mencionada vía soporta diariamente un cuantioso tráfico, ya que es una de las calles más comerciales de la ciudad del Compromiso además de ser la entrada al núcleo urbano desde la carretera de Zaragoza. Presenta todavía una calzada de adoquines --la única en Caspe, junto a la calle Coso-- y una red de alcantarillado muy antigua, por lo que era necesario una actuación completa.

Las obras fueron aprobadas recientemente en sesión plenaria del consistorio caspolino, aunque no sin polémica, ya que el grupo municipal Compromiso por Caspe (CPC) consideró inoportuno que se recurriera a fondos comarcales reservados a la partida de turismo para completar la financiación. Por su parte, los grupos que forman el equipo de Gobierno municipal (PSOE-CHA y PAR) restaron importancia a la demanda del portavoz del CPC, asegurando que la obra es urgente y necesaria, dado el deterioro que viene sufriendo esa vía.

Francisco Gumá Ferrán, al que está dedicada esta calle, fue el hombre fuerte de la Compañía de los Ferrocarriles Directos de Madrid y Zaragoza a Barcelona, creada el 5 de diciembre de 1881, y que consiguió unir por ferrocarril Zaragoza y Barcelona vía Caspe. Así, el 13 de octubre de 1893 llegó el tren a la estación caspolina, hace ahora 111 años. De este modo, Gumá, quien según algunos historiadores es posible que ni siquiera hubiese pisado Caspe, pasó a convertirse en Hijo Adoptivo de esta ciudad y la que hasta entonces era calle de la Balsa se convirtió desde ese momento en su honor en la calle de Gumá.