La primera actuación que se llevó a cabo ayer en la calle Pignatelli 78 fue el inicio de la destrucción tanto del andamio que sujeta la fachada desde hace más de 15 años como de la limpieza del solar que se encontraba hasta el momento lleno de basura.

A primera hora de la mañana de ayer, las máquinas, los técnicos y el consejero de Urbanismo y Equipamientos del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano, se encontraban en este barrio para presenciar el inicio del derrumbe de la fachada y el andamio al encontrarse en «estado de ruina desde el año 1998», según explicó Serrano, que apuntó como esta situación era una «metáfora de lo que ha sido la desidia de este ayuntamiento durante 15 años con los vecinos de Pignatelli».

El pasado 12 de septiembre, la jueza dictó un auto que «obligaba o bien a la propiedad o bien al Ayuntamiento de Zaragoza a derribar ambos elementos por ruinosos», añadió.

Finalmente se ha llevado a cabo una ejecución subsidiaria, por lo que será el propietario del solar quien se hará cargo de los costes que supone el desmontaje de la fachada y el andamio.

Según explicó Serrano, el edificio se encontraba en una situación de «ruina absoluta» y era por este motivo por el que la empresa encargada de este trabajo iba a tener que ir desmontando a la vez ambos elementos porque «si desmontan el andamio se cae la fachada y si desmonta la fachada, se cae el andamio». Otro aspecto a tener en cuenta fue la cantidad de basura que se encuentra dentro del solar y que debido también a la delicada situación y al gran nivel de deterioro de la estructura, las máquinas iban a tener que intervenir «con una especie de subterráneo de bodega para poder acceder al solar para desbrozar, limpiar y a sacar la basura».

Muchos fueron los vecinos que vieron cómo empezaba ayer la retirada del tan famoso andamio y también fueron muchas las respuestas ante esta actuación final que se ha llevado a cabo. Serrano aseguró que varios vecinos le habían parado por la calle para felicitarle ante esta actuación a pesar de que Acción Pública Para la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa) junto con algunos vecinos del barrio, pedían que se retirara el andamio pero se situara en la parte interior del edificio y que no se llevara a cabo al derribo del mismo.

En la calle las opiniones eran muy variadas, unos vecinos que llevan viviendo en el barrio más de 40 años querían una solución que se produjera cuanto antes. Muchos eran los que apuntaban que si esta medida era la «más rápida», estaban totalmente de acuerdo en que la opción de tirarlo y quitarlo era la más adecuada.