Cientos de zaragozanos se congregaron ayer hacia las 20.45 horas en la iglesia de San Gil Abad de Zaragoza para ver como la cofradía de las Siete Palabras y de San Juan Evangelista representaba otra escena de la semana de la Pasión: la de las 14 penitencias que Jesuscristo llevaba en la cruz.

Tradicionalmente, esta hermandad, que introdujo el sonido del tambor en la Pasión zaragozana sobre los años 40, año de su fundación, llevaban a cabo 14 estaciones de penitencia, una en cada parada. Eso conllevaba que el acto se alargara hasta las tres de la madrugada. Ahora, los cofrades tan sólo realizan siete paradas con tres estaciones.

La primera fue a las puertas del templo de la calle Don Jaime. Los 300 cofrades, vestidos con capirotes verdes en su mayoría, lograron que los asistentes temblaran al escuchar la manera en la marcaban el ritmo del espíritu con bombos, tambores y trompetas. Una lluvia de fuegos artificiales para los oídos que a ratos era seca y en otras estrepitosa, según lo que mandara el momento.

El momento álgido fue cuando sacaron el paso de la iglesia. "Jesús fue traicionado por Judas y lo arrestaron. Le dolió mucho, como un cuchillo clavado en su corazón". Estas palabras retumbaban mientras la noche caía en la ciudad y los allí congregados enmudecían. "Ese cuchillo todavía se oye por las noches. Jesús, el hombre libre, se dejó maniatar. Jesús, ayudamos a librarnos de nuestros pecados". A continuación, los cofrades procedieron a rezar un padrenuestro y un Ave María, antes de comenzar con la tercera estación. " Jesús es juzgado (...) porque no cumple la ley, porque está con los pobres, porque critica a las autoridades. Nadie le defiende".

A las 21.15 horas, media hora después del inicio de este acontecimiento, los hermanos iniciaron el recorrido de la procesión, precedidos por dos agentes locales montados a caballo. Los de las Siete Palabras siguieron el trayecto Coso, plaza de España, Independencia, San Miguel, Blancas, Coso, Pedro J. Soler, Verónica, San Andrés, San Jorge, Méndez Núñez, Alfonso I, Manifestación, plaza del Justicia y Don Jaime, para terminar en la iglesia San Gil Abad. Cientos de zaragozanos esperaban su llegada en estas calles que habían sido cortadas al tráfico y que eran reguladas por la Policía.

MEZCLA DE TAMBORES Y mientras los hermanos de la cofradía de las Siete Palabras y de San Juan Evangelista llegaban a la plaza de España en torno a las 21. 30 horas, los sonidos que emitían sus instrumentos se mezclaban con los de la cofradía de Jesús Camino del Calvario, que a las 21 horas estaban reunidos en la plaza Santa Engracia. También rodeados de decenas de zaragozanos, los cofrades de esta hermandad protagonizaron su salida principal y los ciudadanos pudieron contemplar la belleza de su paso titular, un anónimo del siglo XVI en cuya superficie se nota un balazo de la Guerra de la Independencia.