Calor, fervor y tradición se dieron cita en la plaza del Pilar junto a cientos de personas para el inicio de la Semana Santa con la proclamación del pregón. El sacerdote pasionista Luis Marco Sus fue el encargado este año de dar el punto de salida a ocho días de tradición.

Previamente, representantes de las 25 cofradías zaragozanas entraban en la plaza con el redoble de sus tambores haciendo retumbar las paredes del templo. Unos 380 cofrades, ataviados con sus capirotes y sus túnicas de colores se colocaron en el centro al son de bombos y tambores.

La tarde, con una temperatura primaveral y el cielo despejado invitaba a salir y el público llenaba los alrededores vallados. El tiempo de espera para ver llegar a los cofrades en primera fila detrás de la valla era más o menos de quince minutos, pero el calor y el ambiente festivo aconsejaban quedarse, en una Semana Santa declarada de interés turístico internacional.

Luis Marco, que comenzó la proclamación del pregón poco después de las ocho de la tarde, es consiliario de la cofradía de la Exaltación de la Cruz, que organiza la procesion del Santo Entierro y que cumple su 400 aniversario. Marco, hizo en su discurso un recorrido por la historia de la Semana Santa zaragozana, resaltando que «nuestras procesiones son expresión cultural de nuestro pueblo. Una tradición que se remonta al siglo XIII», señaló.

Pero Marco había iniciado el pregón con un cariñoso recuerdo a Paloma Gómez Borrero, recientemente fallecida, que proclamó el pregón hace veinte años y a Juan Murillo, fallecido también de forma inesperada y que había sido presidente de la junta coordinadora de cofradías.

Destacó también que esta época «debe ser expresión sincera de la fe de un pueblo que cree, de una ciudad generosa y hospitalaria». Y es que la mayoría del público que allí se había congregado y escuchaba atentamente el pregón, lo hacía por fe, aunque también había algunos curiosos.Las calles adhyacentes a la plaza se encontraban también abarrotadas de paseantes, así como el paseo Independencia y todo el centro de la capital aragonesa, pues la tarde de ayer era también el punto de partida vacacional.

Programación

El pregón realizó un breve recorrido por las procesiones previstas, desde hoy Domingo de Ramos, hasta el próximo de Resurección: «Nuestras procesiones de Zaragoza han sido preparadas con mucho tiempo, con mucho esfuerzo, para dar sabor y olor, para ver y escuchar, a las veinticinco cofradías de la ciudad que, acompañando cada paso del Señor o la Virgen, expresan la piedad y la tradición», afirmó Marco.

Y también exhortó a los cofrades y a los jóvenes. A los primeros, les dijo que practiquen la caridad con los ancianos o los enfermos. A los jóvenes, que sigan la convocatoria del papa Francisco, para el sínodo del 2018 dedicado a la fe y a la juventud.

En el acto, se realizó también una entrañable ofrenda de flores a la Virgen del Pilar y dos representantes de las cofradías entraron en el templo a entregarlas.

No estuvo presente el alcalde Pedro Santisteve, aunque sí los concejales del Ayuntamiento de Zaragoza José Ignacio Senao y María Jesús Martínez, ambos del PP. Posteriormente, en San Cayetano, Francisco Martínez en representación de la Diputación de Zaragoza entregó al pregonero Luis Marco una pila bautismal de cerámica de Muel.