La industria del calzado de la comarca zaragozana del Aranda pierde una nueva empresa. Y ya van cuatro en el último año. Se trata de Calzados Isarus, ubicada en Illueca y especializada en zapatería infantil y juvenil, que anunció la semana pasada que cesaba su actividad tras más de tres décadas de trayectoria, lo que dejará en la calle a 40 trabajadores de manera directa. Aunque no han trascendido las causas del cierre, la crisis que arrastra el sector es de sobra conocida y ha provocado la desaparición de más de 1.500 puestos de trabajo en la zona durante los últimos 20 años.

En este caso, se trata además de una de las tres firmas que en marzo, justo una semana antes del inicio de la crisis del covid-19, fueron inspeccionadas por la Agencia Tributaria en una operación llevada a cabo para destapar «posibles ocultaciones de ventas no declaradas», según explicaron en su día desde Hacienda. Estos registros fueron muy mediáticos por el rechazo de centenares de trabajadores y vecinos, que se concentraron a las puertas de las fábricas afectadas en señal de protesta.

Isarus era una de las mayores compañías que quedaban en el Aranda en cuanto a empleos. La sociedad, que como todas en la zona es de carácter familiar, tenía su centro productivo en el polígono San Crispín de Illueca y era conocida comercialmente por su marca Dar2, centrada en calzado infantil y juvenil. En concreto, estaba especializada en fabricar de calzado cosido tipo sandaleta o billy.

MÁS DE 120 DESPIDOS EN EL ÚLTIMO AÑO

«Es una pena que cierre otra empresa. Son 40 personas más que se queden sin trabajo. Lo sentimos profundamente», lamentó ayer José Antonio Sacramento, presidente de la Asociación de Fabricantes de Calzado y Afines de Zaragoza (AFCYA). A los problemas que ya arrastraba el sector, se han sumado --apuntó-- los derivados del coronavirus, que «lo está complicando todo». «La caída de ventas está siendo muy notable», afirmó.

En lo que va de año han cerrado otras dos fábricas en la zona: Topytes, en Illueca, lo hizo en enero; y Singular Shoes, de Brea de Aragón, un mes después. A estas se añade Calzados Lety, también de Brea, que bajó la persiana en el verano de 2019 y mandó al paro a otras 30 personas. Con el último cese de Isarus, los empleos perdidoss en el último año superan los 120, un duro golpe para el Aranda, donde este sector sigue sosteniendo el 80% del trabajo.

La competencia de los países de bajo coste laboral, la fiebre del low cost y la desaparición de zapaterías tradicionales explican el hundimiento. A pesar de todo, el Aranda sigue contando todavía con empresas que resisten.