El presidente de la Cámara de Cuentas de Aragón, Alfonso Peña, advirtió ayer del alto nivel de temporalidad en la contratación de personal docente de la Universidad de Zaragoza desde el inicio de la pasada crisis económica, superior a la legalmente prevista en la Ley Orgánica de Universidades. Así lo explicó ayer el responsable de este organismo fiscalizador en una rueda de prensa previa a su comparecencia en la ponencia de relaciones con la Cámara de Cuentas para informar a los grupos parlamentarios del contenido del informe de control de las cuentas de la Universidad de Zaragoza en el 2016.

Peña comentó que el informe constata que en este año la contratación de docentes laborales se situó en un 41,5 %, un punto y medio más de lo previsto en la legislación de universidades, y que la temporalidad es cada vez «más importante», tanto entre el personal laboral como en el funcionario, ya que un 89 % del total es interino.

El informe presentado, explicó el presidente de la Cámara de Cuentas, advierte a la Universidad de Zaragoza de esta situación, así como del incumplimiento de la exigencia legal al equipo de gobierno de la institución universitaria. Según explicó, la universidad, con 290 millones de euros de presupuesto en el 2016 y con las partidas principales destinadas a la remuneración del personal, debe potenciar la labor de su Unidad de Control Interno para fiscalizar tanto sus ingresos como sus gastos de forma real, en la que tan solo trabajan cuatro personas. Unas cifra que, según indicó Peña, es «insuficiente».

A este respecto, el documento constata que ingresos derivados de las patentes propias o de aportaciones externas, así como gastos derivados de gratificaciones o de contrataciones de suministros y servicios en las unidades de investigación deberían de tener una visibilidad contable que no se produce, tal y como han constatado tras realizar el informe fiscalizador.

Los gastos de personal, en torno a 200 millones de euros, constituyen la principal partida de gasto y se mantienen en una cuantía estable en los últimos ejercicios. Como aspecto a destacar para la mejor comprensión de las cuentas, Alfonso Peña indicó que la contratación de personal investigador, alrededor de 14 millones de euros en el ejercicio auditado, figura como gasto de inversión y no en la partida global junto al resto de gasto de personal de la Universidad de Zaragoza.

SIN DEUDAS CON LOS BANCOS

Como hecho relevante, Peña destacó que en el año 2016 la Universidad de Zaragoza canceló todas las deudas adquiridas con entidades financieras, «lo que le permite afrontar la gestión de su servicio sin la carga presupuestaria derivada de los gastos de amortización».