Las Cámaras de Comercio de Zaragoza, Huesca y Teruel reivindicaron ayer una solución que garantice la supervivencia de los más de cien centros de Educación Infantil de Aragón (CEI). Estas instalaciones generan 632 puestos de trabajo y «se verían amenazadas si no se busca una solución intermedia que posibilite su continuidad», señalaron fuentes de la Cámara de Comercio. Es por ello que insistieron en encontrar otras alternativas viables como la concertación de centros, «como siempre se ha hecho en los ciclos educativos posteriores» y el apoyo público «a las familias que no se lo puedan permitir».

El Consejo Aragonés de Cámaras, que integra las entidades de las tres provincias, se reunió ayer y se mostró «preocupado por el futuro de los centros homologados» ante el proyecto de incluir el primer ciclo de Educación Infantil, de 0 a 3 años, en los colegios.

En los últimos años, el Gobierno de Aragón ha establecido una serie de especificaciones más estrictas en materia de seguridad, ratios de alumnos por clase, instalaciones y proyectos educativos. Sin embargo, los centros no homologados han aumentado de manera considerable, según las Cámaras. Este hecho ha puesto en duda la viabilidad de un número considerable de centros.

Desde la institución se considera que el traslado de este primer ciclo educativo «abocaría a los CEI a abandonar su actividad y a que numerosos trabajadores perdieran su puesto de trabajo», informaron.

Además, aseguraron que a través de su homologación y de las inspecciones a las que se someten, las guarderías actualmente «garantizan que los niños de 0 a 3 años reciben mejor educación en un entorno adecuado y con las condiciones idóneas».

El sector público «debe garantizar» el acceso a la educación y «facilitarlo para aquellas personas y familias que se encuentren en riesgo de exclusión por razones sociales o económicas, o que presenten necesidades educativas especiales», defendieron las mismas fuentes ante el nuevo proyecto educativo.