Aragón ha cumplido su primera semana del año sin unos presupuestos aprobados, y todo indica que esta situación se va a prolongar en el tiempo más de lo previsto y más de lo deseado. De momento, la prórroga presupuestaria puede servir para ciertos reajustes de caja que incluso pueden beneficiar a las maltrechas arcas públicas para evitar determinados gastos, pero si esta se prolonga en el tiempo, las consecuencias serían funestas al no poderse ejecutar proyectos nuevos ni aplicar políticas de gasto. Tan solo se podría atender a lo más urgente y al pago de nóminas y servicios. La mayor parte de las políticas sociales no se podrían aplicar y muchos ciudadanos notarían en primera persona los efectos de una prórroga presupuestaria dilatada en el tiempo.

A esta situación se le añadiría la crisis política que supondría avanzar el curso sin un presupuesto y, por tanto, con una acción de Gobierno condicionada a la carestía económica. La semana que viene se abren nuevos escenarios para tratar de superar esta situación de bloqueo. Estas son las posibilidades:

NEGOCIAR

Seguir intentando el apoyo de Podemos

Aunque no hay ningún tipo de conversación abierta, tanto el PSOE como Podemos no han cerrado la puerta a seguir intentándolo. La pasada semana, el Gobierno respondió a las cinco condiciones de Podemos aceptando una gran parte y poniendo objeciones a algunos aspectos que considera que contravienen leyes estatales o no pueden ponerse en marcha. Objeciones que rechaza Podemos al considerarlas meras excusas.

La intención del Ejecutivo es remitir en las próximas horas las líneas básicas del borrador de presupuestos, señalando los datos destacados de cada departamento, en unas cuentas que suben en torno a un 5%, principalmente para atender cuestiones sociales. Será la última carta en la manga del Gobierno para tratar de seducir al partido que lidera Echenique e intentar arrimarlo a la negociación. De lo contrario, el Gobierno tratará de demostrar que la negativa de los podemistas es irresponsable porque se opone a unos presupuestos que contiene --según el Ejecutivo-- la mayor parte de las demandas del partido morado y que permite aplicar algunas de las leyes consensuadas con ellos.

Está por ver qué decide la dirección del partido de Echenique, en un momento en el que también está enfrascado en su asamblea de Vistalegre, del 12 de febrero. Por tanto, la situación interna de Podemos puede influir en la toma de decisiones. Enero no tiene actividad parlamentaria y podría ser un mes decisivo para alcanzar algún pacto.

OTRAS ALTERNATIVAS

Buscar acuerdos con otras formaciones

La DGA ha sido tajante al asegurar que «o hay presupuesto de izquierdas o no habrá presupuesto». De este modo, ha cerrado la puerta a cualquier acuerdo que pasara por el apoyo del PP, partido mayoritario y con el que sumaría sin problemas si contara con su voto favorable o incluso con su abstención. Pero parece algo rotundamente descartado por el Ejecutivo de Lambán. Del mismo modo, podría buscar soluciones intermedias e igualmente improbables, como apoyos en Ciudadanos o el PAR, que también se han ofrecido a colaborar. Todas estas opciones, que desencallarían la grave situación que se está atravesando, son remotas por no decir imposibles. El PSOE, apoyado por CHA, sabe que no puede mirar a su derecha para aprobar las cuentas.

PROYECTO DE LEY

Presentar a la Cámara un documento legislativo

Una de las cuestiones que ha generado cierta polémica es la negativa del Gobierno de Aragón a presentar su propio proyecto de ley sin negociación previa con más grupos que con su socio, Chunta Aragonesista. Este es el proceder habitual en el Parlamento autonómico, si bien es cierto que en las anteriores legislaturas el equipo de Gobierno tenía confirmada con sus propios apoyos la aprobación parlamentaria. Algo que ahora, con siete formaciones y un Gobierno en minoría, no ocurre.

Y el Ejecutivo de Javier Lambán no quiere ni imaginar que se presenta un documento sin pactar y durante la tramitación fracasa la búsqueda de acuerdos con otros grupos. Por tanto, y vistos los antecedentes de Podemos, verían muy arriesgado presentar un documento de claro contenido social y que recogiera las demandas de la mayoría de las fuerzas de izquierdas, pero estas no quisieran aprobar el proyecto de ley. Devolverlo al Gobierno supondría un fracaso rotundo que no se quiere ni plantear el Pignatelli.

La preferencia es, a pesar de que el borrador está perfectamente confeccionado, garantizarse el apoyo en la tramitación de Podemos y tratar de asegurar su posterior aprobación, asumiendo en el proyecto legislativo la mayor parte de las demandas de los 14 diputados podemistas.

PRÓRROGA TODO EL AÑO

Si no hay ningún acuerdo, con las cifras del 2016

Es la opción que nadie quiere contemplar, y es la menos deseada para los intereses de la ciudadanía aragonesa. Pero, vista la situación actual, no es nada descartable. Se trata de que la prórroga pueda dilatarse en el tiempo todo el año, y el escaso margen del Gobierno se atenga a las cuentas aprobadas para el 2016 a principios del curso pasado. Es decir, sin contar con las modificaciones presupuestarias que se han ido aprobando durante el curso para atender a las necesidades que iban surgiendo, como el pago a funcionarios, a proveedores sanitarios o para asumir los compromisos adquiridos con la educación concertada. Esta situación, además de generar una tensión insostenible sobre las arcas públicas, también podría traer consecuencias políticas ante un Gobierno que no podría poner en práctica sus políticas.

MEDIDA MÁS DRÁSTICA

Moción de confianza o disolución de las Cortes

Otra alternativa, la más drástica para el Gobierno vigente, sería someterse a una moción de confianza, para saber si el Ejecutivo sigue gozando de las mayorías necesarias como para gobernar. Esto mismo hizo el presidente de Cataluña cuando no pudo sacar a la primera sus presupuestos. La moción de confianza no se contempla por parte del Pignatelli, En primer lugar, porque se espera que esta situación sea reversible y puedan aprobarse los presupuestos. En segundo lugar, porque hoy por hoy está claro que el Ejecutivo PSOE-CHA no cuenta con una holgada mayoría parlamentaria, más bien al contrario. En tercer lugar, porque si se constatase de forma evidente que el Gobierno no puede seguir con su gestión, solo le quedaría disolver las Cortes y anticipar las elecciones.