Parte de los 10.000 temporeros que llegarán a Aragón para la campaña agrícola de este año, que comenzó el pasado mes de abril y que concluirá el próximo mes de octubre, se encontrarán con problemas laborales y de alojamiento.

Estos son los dos retos fundamentales a los que el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) de Aragón y el Gobierno de Aragón deben hacer frente, según informó en una rueda de prensa celebrada esta semana el secretario de Políticas para la Igualdad de UGT, Agustín Redondo, en la que presentaron la novedad de este año: una guía del temporero.

Esta publicación pretende ser una herramienta de ayuda tanto para los empresarios y los trabajadores. En ella se recoge información laboral y de alojamiento, teléfonos de interés y servicios sociales y sanitarios de las distintas comarcas. Además, se muestra qué tipo de producto se cosecha en los diversos rincones de Aragón y cuál es la demanda de trabajo en cada punto, lo mismo que se hace con las comunidades autónomas limítrofes.

Con la guía se quiere contribuir en la mejora de las condiciones de trabajo y alojamiento. De momento, tan sólo está escrita en español, pero se quiere traducir al inglés, francés, rumano y árabe. La distribución se llevará a cabo a través de la red de oficinas de la UGT, diez de ellas temporales y las otras fijas.

PERFIL Y PROBLEMAS Según explicaron desde UGT, gran parte de los temporeros que llega a Aragón es español y el resto, inmigrantes norteafricanos, subsaharianos, americanos y de países del este. Los portugueses van teniendo una menor presencia. Y la mayoría tiene entre 20 y 30 años y son temporeros de forma ocasional, que repiten cada año.

Muchos de ellos, al llegar a la comunidad, se enfrentan con problemas laborales y de residencia. Según detalló Redondo, el objetivo de UGT es dignificar las relaciones laborales.

"Persisten los bajos salarios, la ausencia del pago de horas extras y sueldos por debajo del convenio", enumeró Redondo, quien subrayó también las necesidades de concebir la campaña desde una perspectiva global, elaborar un plan de intervención, realizar un mapa con la oferta de mano de obra y potenciar una mesa de seguimiento y control.

Otros fines perseguidos por el sindicato aragonés son eliminar la presencia de campamentos y de intermediarios. "El año pasado desaparecieron los campamentos, pero la presencia de los intermediarios continua", confirmó Redondo.

LA VIVIENDA La vivienda continúa siendo una de las asignaturas pendientes más graves. Aunque la DGA ha financiado desde 1999 el 50% de las 4.000 plazas de alojamiento de Aragón, ya se han demandado 560 más. Y resulta necesario crear una red de alojamientos.

De acuerdo con el jefe de la oficina para la Inmigración de la DGA, Pedro Coduras, el problema son los empresarios pequeños. "Son responsables del alojamiento, aunque las autoridades locales tienen que arbitrarlo. Pero pienso que es fácil llegar a acuerdos para habilitar edificios en desuso. Esperamos que para el año que viene ya haya plazas", explicó Coduras. Por otra parte, Coduras adelantó que se va a firmar un protocolo entre los sindicatos y la Dirección General de Trabajo para llevar a cabo la inspección del trabajo.