El embalse de La Loteta se construyó en un terreno muy árido que el agua almacenada iba a transformar en un oasis. De hecho, el Ayuntamiento de Gallur, aprovechando las obras de acompañamiento de la presa, instaló allí a principios de siglo un cámping que nunca ha llegado a funcionar como tal y que se encuentra en ruinas. "El terreno en el que se levantó no está regularizado y, además, tampoco se hizo el estudio de impacto ambiental", señala Antonio Liz, actual alcalde de Gallur, para explicar el lamentable estado de la instalación. "Al no poder ponerlo en marcha por no tener los permisos necesarios, las construcciones del cámping se han ido degradando", reconoce Liz, que apunta a la dificultad de vigilar el recinto, que se halla alejado del casco de Gallur. En realidad, la zona de acampada era solo uno de los servicios contemplados inicialmente, dado que el objetivo era una especie de zona de ocio con muchos servicios.