La producción de la vendimia del Campo de Borja representó un récord histórico para la marca aragonesa en el ejercicio anterior, ya que superó los 44 millones de kilos de uvas y el volumen de ventas alcanzó los 21 millones de botellas vendidas.

Unas cifras que dejan un buen sabor de boca a los trabajadores de las viñas y a las bodegas que esperan superar esta cantidad en el 2019. «Estamos creciendo en todos los mercados nacionales e internacionales, sobre todo en China», aseguró el presidente del Campo de Borja, Eduardo Ibáñez.

La inauguración de la XV Muestra de Garnachas D.O.P. del Campo de Borja se celebró ayer por cuarto año consecutivo en el Museo de Zaragoza. El evento pretende reafirmar el territorio vitivinícola como un refetente de los vinos de la garnacha a nivel mundial.

Asimismo, el acto contó con la presencia del consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, quién abogó por un cambio en la política de reestructuración del viñedo para valorar las viñas viejas.

«Desde las administraciones hay que comprender la gravedad de este problema, ya que estamos perdiendo las viñas más valiosas», recalcó Olona, quién quiso lanzar un mensaje de exigencia para corregir la política agraria. «No podemos promocionarlas si las estamos perdiendo», añadió.

Asimismo, el consejero felicitó al territorio vitivinícola por la realización «con exigencia» de los eventos que han ayudado a la promoción del sector del vino, siendo «un modelo a seguir para el resto del sector agroalimentario».

El Campo de Borja consiguió el pasado mes de abril el reconocimiento a nivel mundial con la entrega de doce medallas de oro y cuatro de plata en el Concurso Internacional de Garnachas del Mundo.

Por su parte, el presidente de la del Campo de Borja, solicitó al consejero el «máximo empeño» para encontrar «una solución urgente para la creciente demanda de derechos de plantaciones de viñedos». La legislación actual limita las posibilidades de desarrollo, haciendo que «la comunidad aragonesa pierda potencial productivo», añadió Ibáñez.

Uno de los mayores retos a los que se enfrenta el sector agroalimentario aragonés es la promoción. «Aragón avanzará con el nuevo Gobierno para seguir haciendo una promoción del vino», subrayó Olona. Para ello, la DGA puso a disposición del sector más de 24 millones de euros para este fin.

«Los protagonistas de la promoción deben de ser los productos y las empresas no las administraciones, aunque contarán siempre con el apoyo del Gobierno de Aragón», divulgó el consejero. De la misma forma, consideró que la promoción debe concebirse desde «la colaboración entre las diferentes instituciones para ir en la misma senda».

Por otra parte, Olona tranquilizó a Ibáñez con el compromiso de mejorar la sede del Campo de Borja que desde el año pasado todavía «no se ha podido hacer, pero estoy seguro que de alguna forma u otra se realizará», señaló el consejero.

Tras 15 años, el territorio vitivinícola aragonés ofrece al público la posibilidad de vivir una experiencia única, en compañía de los vinos de las nueve bodegas: Ainzón Alto Moncayo, Aragonesas, Bordejé, Borsao, Pagos del Moncayo, Picos, Román y Ruberte.

En esta edición, la muestra cuenta con la presencia como invitada especial de Vins du Rousillón, que fue la sede del Concurso Grenaches du Monde 2019, celebrada el pasado mes de abril.

Asimismo, en la jornada de ayer tuvo lugar una decena de catas (una por cada bodega participante, más la de Vins du Rousillón) a las que asistieron exclusivamente aquellas personas que fueron invitadas por las bodegas participantes.