La consejería de Hacienda renegociará los intereses de la deuda que tiene colocada tanto entre los inversores particulares como con las entidades de crédito. Lo anunció ayer en las Cortes el titular del departamento, Javier Campoy, en el transcurso de un bronco debate en el que se enfrentó con el portavoz del PSOE, Javier Sada. No avanzó lo que espera ahorrar, pero el Gobierno quiere presionar "al máximo" para reducir el desembolso anual. Las conversaciones comenzarán este mismo mes.

El debate no deparó muchas más novedades, más allá de la guerra de cifras entre Gobierno y oposición. El Ejecutivo insiste en que el crecimiento de la deuda se está contrayendo al tiempo que se amortiza más cada año; la izquierda que cada vez se engorda más la cifra que se paga a los bancos y que Luisa Fernanda Rudi, lejos de contener el endeudamiento, lo ha hinchado.

En medio de la contienda Campoy deslizó que se revisarán a la baja todos los intereses. La cuantía es una incógnita. El consejero de Hacienda no quiere pillarse los dedos, y de momento se conforma con anunciar su estrategia más que a explicar las proyecciones que tiene sobre la mesa.

El portavoz del PSOE, Javier Sada, que había solicitado la comparecencia de la presidenta del Gobierno, Luisa Fernanda Rudi, para hablar del endeudamiento, culpó a los populares de haber incrementado la deuda un 60% en tres años, por encima de la media. Contestó Campoy que el diferencial con el resto del país se debe a las facturas que los socialistas dejaron en los cajones cuando dejaron el Pignatelli en el 2011 y que se imputaron a efectos contables en el 2012. Los famosos 425 millones de euros. De no ser por esta circunstancia, el aumento se situaría en el 40% --la media entre comunidad está en el 51%--. El consejero le recordó a Sada que el crecimiento de la deuda fue del 300% entre el 2008 y el 2011.

Campoy dijo que Aragón está en el "buen camino" porque la deuda se está "desacelerando". Achacó la situación a la herencia recibida, en forma de facturas, aunque la llamó "mochila" que el Ejecutivo lleva a la espalda por culpa del PSOE.