El presidente valenciano, Francisco Camps, aseguró ayer que el aumento de plantas desaladoras como "presumible alternativa" al trasvase será "devastador" y "abrasará" el litoral de la comunidad y su vegetación marina. Camps, que en su día minimizó el impacto del trasvase en el Delta del Ebro, sí calculó la afección de la desalación en Valencia "que implicaría un aumento de salmuera en el agua y un gran consumo energético".