La Universidad de Zaragoza ha decidido archivar la investigación abierta por el posible plagio denunciado por un catedrático jubilado de la Facultad de Derecho contra José Francisco Baltar, profesor de Historia del Derecho y vicedecano de Estudiantes de la misma facultad.

Según ha podido saber este diario, la resolución fue dictada el pasado 7 de mayo y, apenas dos días después, fue notificada al denunciante, Miguel Ángel González San Segundo. En ella, el rectorado habría aseverado que no existen pruebas concluyentes para mandar el caso a la Fiscalía. Además, apelaría a que la mayor parte de los casos de plagio denunciados por el catedrático habrían prescrito y a que González San Segundo no habría aportado el original del proyecto docente de cuyo plagio acusa a Baltar a la hora de acceder a la plaza de catedrático en el concurso convocado el año pasado. «El campus da por resuelto este asunto», aseguraron ayer fuentes de la Universidad de Zaragoza.

No es el caso del denunciante, que anunció a este diario su decisión de presentar un recurso por la vía contencioso-administrativa. «Cuando cuatro catedráticos de la materia, miembros de la comisión juzgadora en el concurso de acceso a la plaza de catedrático, llevan a cabo una propuesta de no provisión con el argumento principal de que el concursante ha cometido plagios, el rector debería abrir una investigación de oficio», censuró ayer González San Segundo.

Pero la Universidad de Zaragoza no ha encontrado motivos suficientes para seguir adelante con el caso, que volverá a los tribunales, como en el 2013, cuando el juez determinó la apertura de un expediente informativo por parte del rectorado ante la denuncia presentada por otro profesor, José Solís, que acusaba a Baltar de haber plagiado su tesis doctoral inédita.

La universidad resolvió el archivo de esa información por haber prescrito y no ver «causas suficientes». En su resolución, el rectorado admitía que «son ciertas las coincidencias manifestadas por el denunciante (Solís) entre el contenido de su tesis doctoral inédita y el contenido del libro publicado por don Juan Francisco Baltar», aunque matizaba que «si se optara por considerar como plagio las coincidencias observadas y si esa conducta pudiera ser calificada como falta disciplinaria, aunque fuera muy grave, se debe tener en cuenta que las infracciones muy graves prescriben a los tres años». El juez también desestimó el recurso de Solís.

Baltar, en todo caso, ha renunciado al vicedecanato, una decisión «personal», según afirmó ayer el decano de Derecho, Javier López Sánchez, que tomó posesión de su segundo mandato. «Es una persona de mi plena confianza», aseguró.