Miguel Pérez Torres, investigador de la Universidad de Zaragoza, forma parte del equipo que ha detectado, a través del Observatorio ALMA de Chile, indicios de un sistema planetario complejo (formado por más de un único planeta) alrededor de la estrella más cercana a nuestro sol. Este experto del Departamento de Física Teórica e investigador del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucía ya colaboró en la observación de la transformación completa de un agujero negro.

Ahora ha participado en la elaboración de la propuesta que le permitió a los científicos conseguir tiempo de observación de ALMA para la búsqueda de resultados, un recurso muy preciado y para el que hay que concurrir de forma competitiva. También ha trabajado en la interpretación y discusión de resultados, así como en la redacción del artículo que ayer se publicó en The Astrophysical Journal Letters.

La investigación detalla cómo desde el observatorio ALMA, en Chile, se ha detectado polvo alrededor de Próxima Centauri, la estrella más cercana al sistema solar. Estas nuevas observaciones revelan que el resplandor procedente de polvo frío en una región que se encuentra a una distancia de Próxima Centauri que supone entre una y cuatro veces la que separa a la Tierra del Sol.

Los datos también insinúan la presencia de un cinturón de polvo externo incluso más frío que puede indicar la presencia de un complejo sistema planetario. Estas estructuras son similares a los cinturones mucho más grandes del sistema solar y también se espera que estén formadas por partículas de roca y hielo que no lograron formar planetas.

Los cinturones de polvo son los restos del material que no se incorporó a cuerpos de mayor tamaño, como pueden ser los planetas. Las partículas de roca y hielo en estos cinturones varían desde el más diminuto grano de polvo hasta asteroides con kilómetros de diámetro.