La Universidad de Zaragoza y la empresa nanoScale Biomagnetics (nB), filial del campus público aragonés, han obtenido un millón de euros para el desarrollo de un dispositivo médico para tratar el cáncer aplicando hipertermia magnética. Es decir, elevando la temperatura de un tejido con fines terapéuticos pero, en este caso, mediante el uso de nanopartículas magnéticas.

La apuesta aragonesa forma parte del consorcio europeo TBMED, integrado por 13 socios, que ha conseguido una financiación global de 8,5 millones de euros del programa Horizonte 2020 para crear un innovador banco de pruebas que ayude a agilizar el desarrollo de nuevos dispositivos médicos de alto riesgo, según informó la Universidad de Zaragoza.

El equipo aragonés está encabezado por Raluca Maria Fratila, investigadora Ramón y Cajal de Unizar en el Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA). Esta recibirá 503.000 euros para desarrollar el trabajo, centrado en la producción, caracterización y evaluación de nanopartículas magnéticas. La doctora Fratila trabaja desde el 2011 en el desarrollo de distintas aplicaciones de las nanopartículas magnéticas en el campo de la biomedicina, precisaron desde el campus.

Por parte de NanoScale Biomagnetics, su socio fundador y director de I+D, el ingeniero Nicolás Cassinelli, lidera el grupo de diseñadores e investigadores que trabajará con la Universidad de Zaragoza en la fabricación de los dispositivos médicos.

El principal interés de la hipertermia surge de su comprobada eficacia como herramienta oncológica, en especial como tratamiento combinado con terapias clásicas como radioterapia y quimioterapia.

Aragón es uno de los centros más avanzados del mundo en el estudio de sus materiales, y nB, la empresa aragonesa de más de 10 años en el mercado, es líder mundial en instrumentación para hipertermia magnética en laboratorio.